Habiendo logrado ascender hasta el puesto número 43 del ránking ATP después de caer en la final del Estoril Open, sucumbir en segunda ronda del Mutua Madrid Open y llegar a cuartos de final del Ginebra Open, lo cual hacía que Pablo Carreño acudiera con ganas e ilusión al segundo Grand Slam del año, Roland Garros, donde en la primera ronda del torneo parisino tenía que batirse en duelo con el argentino Federico Delbonis, ante el que se impuso por 7-6 (3), 6-7 (4), 6-4 y 6-4 en tres horas y 28 minutos para acceder a la segunda ronda de Roland Garros, donde le espera al otro lado de la red el británico Aljaz Bedene, que previamente doblegó a Gerard Melzer por 4-6, 6-3, 6-4 y 6-4.

La suerte sonríe a Bedene en forma de remontada

Entraba con fuerza al partido Carreño, asumiendo la importancia que tenía el choque ante un jugador muy complicado de vencer, el británico Aljaz Bedene. Los primeros compases sonreían al gijonés, que rápidamente quebraba el servicio de su contrincante, para consolidar a continuación la rotura obtenida anteriormente disponiendo de una cómoda ventaja con la que poder afrontar el devenir del primer parcial con soltura, buscando poner contra las cuerdas al tenista británico, quien ni mucho menos estaba cómodo sobre la Pista 6 de Roland Garros. Duelo de poder a poder entre dos de las mejores jóvenes raquetas del mundo tenístico.

No tardaba en reaccionar Bedene, logrando recuperar el quiebre sufrido anteriormente para igualar la contienda, comenzando así un nuevo partido. Una vez el empate campeó en el marcador, tanto el británico como el gijonés se marcaron férreamente en los compases finales del primer parcial hasta llegar al cinco iguales, donde los nervios era un aspecto muy importante del juego a tener en cuenta. Bedene solventó su servicio sin mayores problemas, asegurando como mínimo la muerte súbita, para que al instante Carreño pusiera el seis iguales en el marcador hasta llegar al tie break, el primero del partido, en el que Aljaz comenzaba con intensidad, endosando cinco puntos consecutivos a su rival, para ir poco a poco perdiendo fuelle, sin dejar escapar la primera manga a su favor, haciéndose con el desempate por 7-4 y, por ende, con el primer parcial por 7-6 (4).

Bedene se da un respiro en los primeros compases pero termina haciendo sucumbir a Carreño en los compases finales

Tras una primera manga de poder a poder entre ambos tenistas, un pequeño descanso en el que aclarar ideas daba paso a la segunda manga, en la que Bedene buscaría confirmar el buen nivel de tenis mostrado en la primera manga y, Carreño, no querría dejar escapar en el electrónico al británico. Largos puntos que daban paso a errores infantiles y así un sucesivo goteo de puntos para cada tenista que sonreía a Aljaz, el encargado de dominar la gran parte de peloteos desde el fondo de la pista, sometiendo a Pablo a un continuo ir y venir de un lado a otro de la pista, con el consecuente cansancio para el joven tenista gijonés, que contra viento y marea se mantenía dentro del parcial.

Tardó en entrar en acción Bedene, pero con empate a tres juegos en el electrónico logró subir su nivel al resto poniendo contra las cuerdas a un Carreño que nada podía hacer para evitar ceder a su adversario tres nuevas bolas de rotura que se convertían en el primer quiebre del segundo parcial, yendo el británico hasta el 4-3, certificando su rotura con su saque colocando el 5-3 a su favor en el marcador, para tener por delante un solo juego para cerrar la manga. Los nervios pasaron factura a Carreño, que a pesar de intentarlo no consiguió evitar que su contrincante le rompiera una vez más el servicio, cerrando el segundo parcial por 6-3.

Carreño recorta distancias

La ventaja era grande para Bedene, dos mangas a cero para el británico, pero ni mucho menos se rendía Carreño. El gijonés entraba convencido de poder darle la vuelta al partido, disponiendo de las primeras bolas de rotura del parcial en el primer juego, siendo Aljaz capaz de solventarlas, algo que ya no conseguía con 1-2 en contra. Pablo certificaba su buen momento de forma cogiendo velocidad hasta el 1-3, con el que el tercer parcial se encaminaba hacia el lado del gijonés, totalmente metido dentro de pista, pensando más rápido que Bedene y transformado cada golpe en un auténtico tormento para Aljaz, quien nada podía hacer para detener el vendaval de juego que imprimía el número 43 del  ránking ATP.

El trabajo importante ya lo había hecho Carreño. El gijonés tenía un quiebre de ventaja y le tocaba la siempre complicada faceta de mantener su ventaja ante los intentos de reversión de Bedene. Los servicios de Pablo iban con menos problemas de lo previsto, llegando así hasta el 3-5, cuando al gijonés le llegaba la oportunidad de cerrar la manga al resto, algo que ni mucho menos permitía Aljaz, quien recortaba distancias hasta el 4-5 para pasar toda la presión a la raqueta de Pablo Carreño, a quien no le temblaba el pulso, solventando su saque sin apuros para cerrar el tercer parcial por 4-6, quedando así una ventaja para Aljaz Bedene de dos sets a uno.

La locura de quiebres termina sonriendo a Carreño que iguala el partido a dos sets iguales y llega con moral al quinto parcial

No conseguía reaccionar Bedene tras la conclusión del tercer parcial, y es que a las primeras de cambio el tenista británico se venía abajo, entregando una rotura que llevaba a Carreño hasta el 0-1, logrando ampliar su renta con la certificación del quiebre hasta el 0-2. Con esta renta en el marcador Pablo volvía a disponer de una nueva bola de rotura que no le llevaba a poner el tercer juego en su casillero, solventando Aljaz un nuevo escollo en el camino para mantenerse con vida en el parcial a pesar de estar por debajo en el electrónico con un quiebre de por medio.

Tardó en reaccionar Bedene, pero el tenista británico entró en acción con virulencia al resto en el 2-3, disponiendo de tres bolas de rotura para igualar la contienda a tres juegos, siendo incapaz de consolidar el quiebre obtenido al ceder nuevamente dos opciones de break a Carreño, que no dudaba en aprovechar el gijonés para colocar primero el 3-4 en el marcador y, ampliarlo, al instante, hasta el 3-5, quedando a tan solo un juego de hacerse con el cuarto parcial y, por ende, igualar el partido a dos sets. Bedene no permitía a su rival cerrar la manga con su servicio, y en esta ocasión el pulso sí le temblaba a Carreño a la hora de cerrar el parcial con su saque, entregando una nueva rotura a su rival para igualar el partido a cinco juegos. La locura de roturas había aparecido en el partido, logrando Pablo volver a ponerse por delante aprovechando el servicio de Aljaz, teniendo así el 5-6 a su favor para cerrar el parcial al saque. A la primera no fue capaz de conseguirlo, pero a la segunda el gijonés, después de solventar dos bolas de rotura a favor de Bedene, cerró el cuarto set por 5-7.

Bedene sale a flote para llevarse el partido

Después de un partido totalmente loco en el que Bedene comenzó mandando pero permitió que Carreño igualara la contienda, por delante el quinto y último set sería el encargado de otorgar el triunfo o para el británico o para el gijonés. La igualdad fue máxima durante los primeros compases del parcial, pero con 3-2 en el marcador Aljaz logró quebrar el servicio de su rival para irse hasta el 4-2. Carreño había entrado en un bucle de malos golpes, lo que le llevó hasta el 5-2, donde sirivó para mantenerse en el choque sin suerte alguna, entregando el quinto set al tenista británico por 6-2, para que Aljaz Bedene accediera a la tercera ronda de Roland Garros al imponerse por 7-6 (4), 6-3, 4-6, 5-7 y 6-2, teniendo en el horizonte su partido con el número uno, Novak Djokovic.