Richard Gasquet está como pez en el agua ante su público. El tenista francés consiguió acceder a la ronda de octavos de Roland Garros tras derrotar al díscolo Nick Kyrgios en tres sets. El partido, disputado en la pista Philippe Chatrier, se resolvió por 6-2/7-6(7)/6-2. Gasquet jugó todo el partido muy concentrado, y a su rival le faltó la garra necesaria para aprovechar sus opciones al resto.

El partido se presentaba con Richard Gasquet como favorito. El juego del galo se adapta al polvo de ladrillo a las mil maravillas, y el estímulo que suponía jugar con la grada a su favor sería importante.  A pesar de todo, al otro lado de la red tenía un rival extremadamente peligroso por su juego imprevisible, Nick Kyrgios.  El francés cuenta con mucha más experiencia en torneos grandes, lo cual es un grado a la hora de medirse a un rival joven como el australiano.

Primer set arrollador del tenista francésEl partido comenzó con un Gasquet enchufado, con ganas de dar un golpe de efecto pronto para evitar un final de set apretado, donde las opciones de Kyrgios siempre crecen exponencialmente. El de Canberra entró descentrado al encuentro, y perdió su servicio nada más empezar.  El francés estuvo magnífico todo el parcial, sacando a pasear su fantástico revés a una mano, uno de los golpes más característicos del circuito. Kyrgios no encontró argumentos para contrarrestar el juego de Richard, que dio un nuevo zarpazo con 4-1 rompiendo el servicio de su rival. Sacó para el set, pero se produjo una tímida reacción del tenista aussie, que logró un contrabreak solo para perder la manga en el siguiente juego, cediendo a su vez el servicio.

La experiencia ganó el segundo set

El segundo parcial comenzó de forma mucho más igualada, con ambos tenistas amarrando sus juegos de servicio. Kyrgios jugaba al filo de la navaja, salvando bolas de break in extremis y comenzando a amenazar a Gasquet al resto. El set marchaba inexorablemente hacia el desempate, pero con 6-5 en el marcador el australiano tuvo la posibilidad de dar un golpe de efecto, al disponer de una bola de set. El tenista francés no se arrugó, salvó la situación complicada y forzó un tie break que se antojaba decisivo. 

El desempate fue igualado a más no poder, con ambos jugadores dando lo mejor de sí mismos. El de Canberra dispuso de una nueva bola de set con 6-5 en el desempate, pero el francés volvió a sacar su experiencia a relucir y a demostrar por qué está entre los mejores del mundo. Solventó los problemas y, a continuación, consiguió abrir brecha en el servicio de Nick para llevarse el parcial por 7-6(7).

La tercera manga fue una confirmación de lo que se venía viendo a lo largo de todo el encuentro: el tenista francés estaba teniendo un gran día, jugando muy concentrado y aprovechando sus opciones. Siguió barriendo de lado a lado con su revés, y aguantando las poderosas acometidas de Kyrgios desde el fondo de la pista. El galo volvió  romper el saque a las primeras de cambio, y supo mantener su servicio gracias a una gran colocación en sus saques y a la apertura de ángulos con su revés cruzado. El australiano dispuso de una opción de rotura para volver a meterse en el set con 3-2, pero una vez más no supo hacerla efectiva.  Fue una tarde muy frustrante para Nick Kyrgios, ya que no le salieron las cosas y cometió muchos errores de cálculo. Un nuevo arreón, y Richard Gasquet se hizo con el partido por 6-2/7-6(7)/6-2. 

El francés demostró que ha venido con las cosas claras a Roland Garros, y se medirá en la siguiente ronda a Kei Nishikori.  El japonés sufrió lo indecible para deshacerse de Fernando Verdasco, en un partido que se alargó hasta el quinto set.