La jugadora de 22 años Garbiñe Muguruza, considera que su nivel de tenis se mantiene igual, pero su forma de afrontar los partidos ha mejorado. "Creo que mi mejoría más grande no es un golpe específico, ha sido mi forma de percibir los partidos, de prepararme a ellos, de cómo jugar los momentos importantes", dijo tras su victoria ante la la rusa Svetlana Kuznetsova por 6-3 y 6-4.

La número cuatro del mundo asegura que ha madurado y ahora analiza más los partidos y está "concentrada al máximo" en los momentos claves. Cierto es que uno de los puntos débiles de la jugadora eran sus derrumbamientos ante situaciones adversas en determinados partidos, donde en vez de canalizar las energías en positivo, transformaba esa energía en forma de rabietas con su entrenados Sam Summyk afectándole a ella y a su enfoque en el partido. Quizás haya conseguido suprimir estos bloqueos mentales la pupila de Summyk, pues como ella dice, ésta mejora: "Es un cambio importante que me ayuda en partidos difíciles, me veo mejor preparada".

También, la joven Muguruza, aseguró que además de las derrotas, también analiza las victorias, lo cual asegura haberla convertido en una jugadora más completa, al margen de mejorar  otras habilidades como el saque o la derecha. Esa experiencia le sirve, afirmó, para detectar los momentos clave de los partidos y poner el ellos "los cinco sentidos".

Haciendo balance de la temporada pasada, Garbiñe asume que le costó mantenerse al mismo nivel a comienzos de éste año. Pero todo pasa por una razón, y éstas adversidades a las que se enfrentó Muguruza a comienzos del 2016 sirvieron para mejorar. "Me costó empezar de cero, pero hay que olvidarse de lo que pasó anteriormente, estoy aprendiendo a sacar eso de mi cabeza", aseguró.

Respecto a su situación actual, la hispano venezolana está centrada en el presente y se olvida de antiguas sensaciones, asegura que volver a clasificarse para los cuartos de final no le recuerda al año pasado cuando culminó su mejor resultado hasta la fecha, clasificándose para la final en Wimbledon ante Serena Williams.