La 'ciudad de la luz' iluminará a dos de las grandes estrellas del tenis femenino mundial. Uno de los grandes templos de este deporte acogerá un duelo en el que confluyen las tres fases temporales. Serena Williams representa el pasado más brillante y un presente con reminiscencias de tiempos mejores, suficientes para seguir siendo la gran favorita en cada torneo. En el otro lado de la red estará Garbiñe Muguruza, una jugadora que pese a situarse en el podio de este deporte, se postula principalmente para ser la reina en los próximos años y recoger el testigo de la estadounidense, reuniendo una serie de virtudes al alcance de muy pocas tenistas.

Esta final de Roland Garros podría calificarse como una doble venganza. La menor de las Williams se vio sorprendida por la hispano-venezolana en las primeras rondas del torneo parisino en 2014, mientras que Garbiñe también cuenta con motivos para redimirse tras la derrota sufrida el pasado año en Wimbledon, en su primera final de Grand Slam. También podría ser un partido de relevo generacional, pues la jugadora norteamericana empieza a mostrar sensaciones de que su hegemonía en el tenis femenino comienza su final, y su oponente aparece cada vez con más fuerza para ocupar ese lugar de privilegio. Incluso el partido podría adquirir la rivalidad de maestra y alumna, o más bien de campeona e ídolo, pues la jugadora nacida en Caracas ha declarado en diversas ocasiones que su principal referente cuando comenzó a practicar este deporte fue Serena Williams. 

Serena se impuso a Garbiñe en la final de Wimbledon 2015 | Foto: zimbio.com
Serena se impuso a Garbiñe en la final de Wimbledon 2015 | Foto: zimbio.com

Sin embargo, este partido supera todas esas denominaciones y trasciende mucho más allá de cualquier calificativo. Es un duelo entre dos de las mejores raquetas del planeta, un encuentro entre dos jugadoras valientes, atrevidas, que buscan el golpe ganador en cada ocasión con una potencia siempre controlada. Y además, con el premio de proclamarse campeona en Roland Garros, uno de los torneos más importantes del año. Serena Williams y Garbiñe Muguruza, dos 'gigantes' en busca del preciado trofeo.

Sombras inesperadas

Los últimos meses no han sido fáciles para Serena Williams. Desde la derrota en semifinales del US Open 2015, la tenista estadounidense ha vivido un periodo incierto, pues además de varios meses sin jugar, su regreso a las pistas estuvo protagonizado por un juego irregular, situación impropia de la dominadora del tenis en la actualidad y en los últimos años. Esta temporada, los resultados no han sido los esperados, pues cayó derrotada de manera sorprendente en las finales del Open de Australia e Indian Wells, además de sólo alcanzar los dieciseisavos de final en Miami.

Pero la llegada de la tierra batida fue un alivio, especialmente psicológico, para la jugadora norteamericana, pues en Roma conquistó su primer torneo de la temporada y se postuló, por si había alguna duda, como máxima favorita al título en Roland Garros. Y en París, como un fiel reflejo de su temporada hasta el momento, su camino tampoco ha sido sencillo, pues en varios encuentros ha 'coqueteado' con la derrota, un peaje demasiado caro que hubiera acentuado las dudas sobre la número uno del mundo.

Serena llega a la final tras sufrir ante Putintseva y Bertens

En las dos primeras rondas sobre la arcilla parisina, Serena se pareció más que nunca a sí misma y derrotó con mucha autoridad a Magdalena Rybarikova (6-2 y 6-0) y Teliana Pereira (6-2 y 6-1), confirmando la buena línea mostrada en la capital italiana. Sin embargo, en tercera ronda, la francesa Kristina Mladenovic ya estuvo cerca de poner en apuros a la estadounidense (6-4 y 7-6), demostrando que la gran favorita parecía no sentirse cómoda en el polvo de ladrillo de París. Esta irregularidad en su juego o, en este caso, en el torneo, volvió a evidenciarse en la cuarta ronda, donde se deshizo con suma facilidad de Elina Svitolina por un doble 6-1.

Serena intenta golpear de revés ante Kiki Bertens | Foto: zimbio.com
Serena intenta golpear de revés ante Kiki Bertens | Foto: zimbio.com

En cuartos de final se vio las caras con una de las grandes sorpresas del torneo, la kazaja Yulia Putintseva, que tras vencer a Carla Suárez estuvo muy cerca de protagonizar la 'campanada' de la temporada y eliminar a Serena Williams, que necesitó de tres 'sets' para alcanzar las semifinales (5-7, 6-4 y 6-1). La otra gran sorpresa positiva del torneo, la holandesa Kiki Bertens, también puso contra las cuerdas a la número uno mundial, que finalmente ganó por 7-6 y 6-4. Así, tras un torneo y una temporada irregular, la incógnita será conocer qué Serena Williams salta a la Philippe-Chatrier: aquella que se encuentra incómoda sobre la pista y concede oportunidades a su rival o aquella que domina el encuentro de principio a fin.

Punto de inflexión

Serena Williams y Garbiñe Muguruza no sólo comparten virtudes tenísticas, pues la temporada de la hispano-venezolana guarda similitudes con la de su rival en la final de Roland Garros 2016. Tras un 2015 espectacular que le permitió situarse en el Top-3 mundial y convertirse en una de las grandes revelaciones del mundo del tenis, la jugadora nacida en Caracas no ha firmado su mejor temporada hasta la fecha, fruto quizá de la mayor presión de sentirse una de las favoritas o simplemente de no encontrar las sensaciones con la raqueta que le habían llevado hasta la élite del tenis.

Y es que hasta el torneo celebrado en Roma, el mejor resultado de Muguruza esta temporada habían sido los cuartos de final alcanzados en Doha y Stuttgart, unos resultados decepcionantes para una de las jugadoras llamadas a ser protagonistas en 2016. Sin embargo, también la capital italiana pareció ser el escenario del resurgir de Garbiñe. La tenista hispano-venezolana, que siempre ha manifestado que la tierra batida es su superficie favorita, mejoró su rendimiento en tierras italianas y llegó hasta semifinales tras completar un buen torneo, aumentando especialmente su confianza de cara al segundo Grand Slam de la temporada.

Garbiñe ha ido creciendo en el torneo y dio una exhibición en semifinales

En una continua línea ascendente ha sido el torneo de Garbiñe Muguruza. Los nervios del estreno y las dudas acarreadas desde el inicio de la temporada, además del nivel de su rival, pasaron factura a la española, que necesitó tres mangas para derrotar a Anna Karolina Schmiedlova (3-6, 6-3 y 6-3). A partir de ese momento, la tenista entrenada por Sam Sumyk se liberó de cualquier tensión y comenzó a mostrar todo su potencial tenístico, superando con mucha comodidad a Myrtille Georges (6-2 y 6-0), Yanina Wickmayer (6-3 y 6-0) y Svetlana Kuznetsova (6-3 y 6-4).

Garbiñe golpea de derechas en su partido de semifinales | Foto: zimbio.com
Garbiñe golpea de derechas en su partido de semifinales | Foto: zimbio.com

En cuartos de final, Muguruza se vio las caras contra otra de las grandes sorpresas de esta edición de Roland Garros, Shelby Rogers. La estadounidense puso en algunas dificultades a la española, que fue de menos a más en el partido para acabar venciendo por 7-5 y 6-3. En la penúltima ronda del torneo, la jugadora nacida en Venezuela dio una exhibición tenística para imponerse a Samantha Stosur por 6-2 y 6-4. Con un muy buen nivel de tenis y con mucha confianza llega Garbiñe Muguruza a esta final, por lo que si, como ella reconoció recientemente, consigue controlar las emociones, tiene mucho que decir en este partido.

Historia y experiencia

Las mayores desigualdades entre Serena Williams y Garbiñe Muguruza se encuentran en el palmarés de ambas jugadoras. No en vano, cuando la estadounidense debutó como profesional, la hispano-venezolana apenas tenía dos años. Esta diferencia de edad, 34 de la norteamericana y 22 de la española, también tiene un impacto brutal en el número de trofeos de cada una. La menor de las Williams acumula 70 títulos en categoría inidividual, entre los que se encuentran 21 trofeos de Grand Slam, mientras que Garbiñe sólo ha logrado dos títulos en categoría individual, siendo su mejor resultado en Grand Slam las final alcanzadas en Wimbledon 2015 y Roland Garros 2016. 

La vencedora escribirá una nueva página de la historia del tenis

Paradójicamente, Roland Garros es el Grand Slam que peor se le da a la número uno del mundo. 'Sólo' en tres ocasiones ha conseguido la norteamericana levantar el título en París, si bien es cierto que hasta el momento posee un 100% de efectividad en las finales sobre la arcilla parisina. Serena Williams llegó a la final en 2002, 2013 y 2015, consiguiendo en las tres ocasiones hacerse con el trofeo. El camino de Garbiñe Muguruza en Roland Garros también ha sido exitoso si se tiene en cuenta su juventud. En 2014 y 2015, la hispano-venezolana alcanzó los cuartos de final, un resultado que ha mejorado notablemente en su primer año asentada entre las mejores del mundo.

Garbiñe Muguruza derrotó a Serena Williams en Roland Garros 2014 | Foto: AFP.
Garbiñe Muguruza derrotó a Serena Williams en Roland Garros 2014 | Foto: AFP.

La final de Roland Garros 2016 también será histórica. Indepedientemente del nombre de la vencedora, las dos contendientes al título tienen la posibilidad de escribir su nombre en la historia de este deporte. Si Serena Williams consigue el título, igualará a Steffi Graf con 22 trofeos de Grand Slam, mientras que si es la jugadora nacida en Caracas quien conquista el trofeo, se convertirá en la primera española en ganar en Roland Garros desde que lo consiguiera Arantxa Sánchez Vicario en 1998, además de conseguir el que sería su primer título de Grand Slam.
Con todos estos alicientes, Serena Williams y Garbiñe Muguruza prometen una final espectacular y emocionante a partes iguales, con dos jugadoras similares que representan la historia pasada, presente y futura del tenis y que tienen el añadido de hacer historia conquistando el trofeo en Roland Garros 2016.