Tras una jornada de miércoles pasada por agua, el jueves también amaneció con cielo amenazante aunque la previsión meteorológica parecía ser alagueña.

La rebelación tenística de los últimos meses volvía a saltar a pista tras sus semifinales la pasada semana en Roland Garros donde cayó con Novak Djokovic.

En su debut en Stuttgart, una dura piedra de toque sobre estas pistas como es el australiano Sam Groth, un tenista muy temido por su tremendo servicio y su espectacular envergadura y que en este tipo de pistas es muy peligroso, aunque también lo es el austriaco con el juego tan liftado y la potencia en los golpes que tiene, pero aún así era un partido trampa para Thiem.

Primer set hegemónico al servicio que desembocó en un tie breakEl encuentro siguió el mismo guió desde el principio del partido: muy plano, poco intercambio y muy monótono, aunque eso sí cada jugador con las ideas claras al saque y no dar concesiones a su rival. Como podía esperarse, fue Thiem quien "sufrió" en su servicio. En el octavo juego del set, tuvo que salvar un peligroso 0-30 y en el décimo estuvo a dos puntos de perder la manga, pero sacó ese carácter y esa garra que tiene para salvar esos momentos delicados. Como también se podría esperar, el primer set estaba abocado a decidirse en el tie break, y ahí desembocó.

En el desempate, a priori partía como favorito Groth por su temible servicio, pero Thiem y su coraje se encargaron de desequilibrar la balanza. El tenista austriaco aporvechó los dos únicos resquicios que dejó el australiano para llevarse la primera manga. Primero, corrió para meter un passing espectacular a una volea larga de Groth y después aprovechó una mala volea del tenista oceánico para poner el doble break y el 7-3 final en el desempate. Thiem, como si de Federer se tratase: aguantando el chaparrón al resto y dando los golpes en la mesa cuando era clave.

Mismo patrón en el segundo set y mismo finalEl segundo set prosiguió con la misma sintonía que en el primero: saques, saques y más saques con poco peloteo y mucha cotundencia. A diferencia de la primera manga, ahora fue Groth quien tuvo que solventar un momento delicado. En el quinto sexto juego del set, Thiem, tras poner todos los restos dentro y obligar a Groth a jugar una pelota más, recibió el premio de bola de break, pero el australiano salvó esa opción de rotura encadenando tres aces seguidos y ganando su juego.

Como sucediera en el set inicial, el segundo parcial también terminó en un tie break. Comenzó Groth logrando un minibreak gracias a un error de Thiem, pero el australiano desperdició esa ventaja cometiendo una doble falta y fallando una volea otorgando así al austriaco la ventaja. Groth se desquició y Thiem mantuvo el orden y la compostura y gracias a una mano maestra y a mover muy bien la bola, cerró una victoria de auténtico jugador veterano en dos tie breaks y sacando así adelante un debut muy peligroso en Stuttgart. 7-6(3) 7-2(2) fue el resultado final en una hora y media de partido.