La ilusión se trasluce en el rostro de Juan Martín cuando está en pista. El ejercicio de humildad y paciencia del que está haciendo gala para ir quemando etapas en su tortuosa recuperación, le hacen valedor del reconocimiento y cariño de todo el mundo del tenis. Renunció a la disputa de Roland Garros para preparar la temporada de hierba, superficie en la que puede hacerlo muy bien como demuestra el hecho de que fuera semifinalista de Wimbledon en 2013.

Sin embargo, continúa habiendo un trasfondo de inseguridad en el de Tandil. Su juego está siendo muy efectivo, aunque se le ve algo ansioso en ocasiones y pegando demasiados reveses cortados; esto puede tener una lectura táctica al jugar sobre pasto, pero ante Millman es algo que se ha producido, sobre todo, en la segunda manga. 

Imperial al servicio

Tremenda autoridad con la que despachó a un rival incómodo como es Millman. El australiano es un guerrero de las pistas que se desenvuelve bien sobre la hierba, habiendo firmado buenos resultados en la misma y recordándosele un triunfo sobre Robredo en Wimbledon. John puso todo de su parte para mantenerse en el partido, pero pudo hacer eso a duras penas.

El argentino no concedió ni una sola pelota de break a Millman

Sufrió mucho con el servicio, y solo su acierto en situaciones límite y una cierta precipitación del argentino, permitieron que el marcador no fuera más abultado. Juan Martín rompió el saque del australiano en los momentos decisivos de cada set, pero no dejó de presionar en ningún momento. Ciertas dudas suscitó su juego y actitud en el segundo parcial, por lo que habrá que estar muy atentos a cómo afronta su duelo de cuartos de final.

En dicha ronda se enfrentará a Gilles Simon, un tenista al que le genera poca simpatía esta superficie. Si Juan Martín aguanta el nivel de saque del que está haciendo gala en los últimos partidos, le será muy complicado al francés poder batirle.