Sigue sin encontrarse a gusto sobre una pista de tenis el gladiador de Jávea. Si había un torneo donde el bueno de David se sentía muy cómodo ese es S-Hertogenbosch, donde había salido vencedor hasta en dos ocasiones.

Ferrer cayó derrotado por 4-6, 6-4 y 7-6 (5) ante el luxemburgués Gilles Muller en un encuentro que se alargó a las dos horas y 25 minutos de encuentro.

El partido comenzó con mucha intensidad por parte de ambos jugadores, con el español intentando imponerse con su derecha y el luxemburgués demostrando su capacidad defensiva sobre la línea de fondo y, sobre todo, su capacidad para cambiar el ritmo del punto en cualquier momento. Con el tenista nacido en Luxemburgo al servicio, David Ferrer dispuso de la primera oportunidad de ‘break’, pero Muller reaccionó a la perfección y se hizo con el primer juego del partido. Con 4-4 el momento cumbre se acercaba y, por regla general, los mejores suelen marcar la diferencia en estos juegos. En esta ocasión, esta ley no escrita se repitió, y David Ferrer, después de ganar al servicio, no desaprovechó la primera oportunidad de apuntarse el set.

A Muller le viene bien la hierba

La tensión estaba presente sobre la pista. Ambos tenistas eran conscientes de la importancia que tenía el adjudicarse el segundo set. Uno por cerrar el partido y el otro para alargar aun más el partido. Cuando David servía para llevar el segundo set al 5-5, cometió numerosos errores no forzados que fue aprovechado a la perfección por Muller para cerrar con al resto el segundo parcial y llevar el partido al tercer y definitivo set.

Foto: S-Hertogenbosch
Foto: S-Hertogenbosch

Lejos de venirse abajo y dejarse llevar, el bueno de Ferrer hizo caso omiso al cansancio acumulado durante estos días donde también tuvo que sudar de lo lindo en segunda ronda ante el israelí Dudi Sela, y se lanzó a por el partido. Aguantó el tirón en los compases iniciales del tercer parcial, y consiguió resistir ante las enormes acometidas de un buen Muller que martirizaba su juego con unos buenos saques a la "T". Todo buen partido igualado se debe decidir en el tercer set en el tie break, y así fue como sucedió. Allí Gilles Muller cometió menos errores y acabó llevándose el partido.

En semifinales, Gilles Muller se medirá al croata Ivo Karlovic que en el día de hoy venció por 6-3 y 6-4 al francés Adrian Mannarino en un encuentro donde el gigantón croata confirmó que la hierba es su superficie predilecta.