Roger Federer sigue sin encontrar el punto correcto de su juego en su vuelta a las pistas, tras la renuncia a un Grand Slam por primera vez desde el Open de Australia 2000, en lo que supuso un record de torneos grandes jugados seguidamente llegando a los 65. En el año en el que mas veces se le ha visto fuera por problemas de lesiones de su carrera, el suizo no parece estar a su mejor nivel aunque debido a su manifiesta superioridad, le sirve para ganar los partidos.

Florian Mayer, por su parte, demostró que en la hierba se desenvuelve perfectamente, y que es capaz de hacer sufrir incluso al hombre que ha dominado esta superficie en la ultima década. Con su juego variado, un gran saque y una derecha muy efectiva, Mayer consiguió poner contra las cuerdas a un Federer, que en ocasiones parecía no saber como salir de la tela de araña que estaba tejiendo el alemán.

Federer sacó la magia a pasear cuando mas falta hacia

Desde el comienzo del partido se vió que Mayer no iba a poner las cosas fáciles a Federer. A pesar de que los aficionados que vieron el partido pudieron pensar que la bola de rotura que el alemán tuvo nada mas comenzar el partido, era un simple espejismo, se demostró que el de Bayreuth iba a poner las cosas muy difíciles al "expreso suizo". Con un porcentaje de puntos ganados al servicio que superaban el 65 % tanto en el primer como en el segundo saque, Mayer puso las cosas complicadas a Roger al que solo cedió una oportunidad de "break", que este no supo aprovechar.

Roger supo subir su nivel cuando mas falta hacia.Sin embargo, llegados al tie-break, Roger demostró que no quería sorpresas y sacó su mejor juego a relucir para llevarse el desempate si demasiado sufrimiento. Se podía pensar que la resistencia de Mayer acabaría en ese momento, y mas cuando Federer tuvo dos bolas de rotura en el primer juego del segundo set, pero el alemán supo sobreponerse e incluso fue el que se hizo con la primera rotura del partido.

Roger no se puso ni mucho menos nervioso, y tirando de la experiencia que le da la cantidad extensa de partidos que ha ganado, consiguió recuperar el "break" rápidamente. A partir de ese momento las cosas se empezaron a igualar, cada jugador volvió a hacer prácticamente inabordable su saque y se llegó al borde de un nuevo desempate, momento en el que estuvo a punto de saltar la sorpresa, ya que Mayer tuvo hasta tres pelotas de set. Pero fue aquí cuando Federer demostró porque es considerado por muchos como el mejor jugador de la historia, y jugo de manera espectacular y se llevó el desempate. En semifinales Roger se enfrentara al austriaco Dominic Thiem, en un partido de generaciones.