Una de las grandes opciones de futuro en el circuito masculino es Milos Raonic. El tenista canadiense parece haber dado el salto definitivo a la élite tenística y, con el trabajo de Carlos Moyá, se ha asentado entre las diez mejores raquetas del mundo, protagonizando un gran inicio de temporada consiguiendo el título en Brisbane y llegando a las rondas finales de la mayoría de los torneos. Sin embargo, en las últimas semanas, el jugador norteamericano parece haber entrado en una fase complicada que espera superar en la temporada de hierba, precisamente la superficie que peor se le ha dado a Raonic en los últimos años.

Tras firmar los cuartos de final en 2014 y 2015, el número nueve del mundo vuelve a Queen's para preparar el tercer Grand Slam de la temporada, y en segunda ronda debía enfrentarse al checo Jiri Vesely, un tenista correoso y que, si tiene un buen día, puede plantar cara a cualquier rival del circuito. Y esto quedó demostrado sobre la hierba inglesa, pues Milos Raonic sufrió más de lo esperado para seguir adelante en el torneo.

Fiabilidad y experiencia

Desde el comienzo del partido, ambos tenistas sacaron a relucir la mejor versión de uno de sus puntos fuertes: el servicio. Prácticamente inmaculados con su saque, ni Raonic ni Vesely tenían opciones de romper el servicio de su rival. Incluso estuvo más acertado el jugador centroeuropeo, que dispuso de hasta dos oportunidades de 'break' que sólo la mayor experiencia del canadiense y la precipitación del checo impidieron que se tradujeran en ventaja en el marcador.

Raonic aprovechó la única oportunidad de 'break' de la que dispuso

Así, los dos jugadores llegaron a la parte decisiva del 'set' con 5-5 en el marcador, y todo hacía presagiar que la primera manga se resolvería en el 'tie-break'. Sin embargo, la diferencia entre los jugadores buenos y muy buenos se mide en los momentos complicados, y ahí Raonic demostró por qué es una de las mejores raquetas del planeta. El pupilo de Carlos Moyá aprovechó su única oportunidad de rotura y se mantuvo muy firme con el servicio para llevarse el primer parcial por 7-5.

Máxima igualdad

La lógica hacía pensar que la segunda manga sería más plácida para el número nueve mundial, una vez que había superado la presión inicial y esperaba un descenso en el rendimiento de su rival. Pero Jiri Vesely quería continuar en Queen's y volvió a poner contra las cuerdas a Milos Raonic, hasta el punto de definir el segundo 'set' en el juego definitivo.

Un error de Vesely permitió a Raonic imponerse en dos 'sets'

Para llegar hasta ese punto, ambos tenistas repitieron el guión del primer parcial, y volvieron a exhibir su espectacular servicio, consiguiendo altísimos porcentajes y prácticamente sin dar opciones a su oponente. El jugador centroeuropeo no concedió ni una sola oportunidad de 'break' a su rival, mientras que pudo desequilibrar la balanza si no se hubiera encontrado de nuevo con la experiencia del canadiense, que salvó la única opción de rotura de esta segunda manga.

De nuevo ambos jugadores llegaron igualados a la fase decisiva del 'set', y esta vez no hubo roturas, por lo que el 'tie-break' iba a determinar si el partido ponía punto y final o se prolongaba al tercer y definitivo parcial. En el juego definitivo, máxima igualdad entre ambos jugadores, por lo que cualquier mínimo error iba a costar caro. Lo cometió Jiri Vesely, y Milos Raonic lo aprovechó para terminar imponiéndose por 8-6 y alcanzar los cuartos de final del Aegon Championships, donde se enfrentará al vencedor del duelo entre el español Roberto Bautista y el estadounidense Donald Young.