La vida sigue igual. Buenas sensaciones, golpes espectaculares, sensación de superioridad...y derrota. Fernando Verdasco siempre tuvo el defecto de la irregularidad, y con la edad no hace más que amplificarse. Sigue derrochando talento por los cuatro costados, pero sus dificultades para encadenar dos victorias consecutivas explican su mal ránking y problemas para hacer resultados notables.

Su adaptación a la hierba está demostrado que puede ser muy buena, presentando unos meritorios cuartos de final hace tres años en Wimbledon, y siendo competitivo durante toda su carrera. Parecían éstas semanas propicias para alcanzar algún resultado notable que acompañara a Bucarest en los toques brillantes a un año gris, pero no podrá ser. Verdasco se va a Londres con menos victorias de las que puede hacer presagiar su juego.

Anderson torpedeó con el saque a Verdasco

Mantuvo una buena actitud el español durante todo el partido, a pesar de verse totalmente impotente para hacer daño a Kevin en el resto. El sudafricano está en el camino de recuperar las sensaciones perdidas tras sus problemas físicos en esta primera mitad de temporada, y nada mejor que un esplenderoso servicio para hacerlo.

Fernando Verdasco en Nottingham. Foto: zimbio
Fernando Verdasco en Nottingham. Foto: zimbio

El sudafricano conectó 18 saques directos y no concedió ni una bola de break

Fernando se vio sin opciones, y fue muy duro para él mantener la concentración en sus turnos al servicio. Sufrió un break de salida en la primera manga, y bastante hizo en el segundo set con aguantar los envites del sudafricano, muy vivo e incisivo al resto. Se llegó a un tiebreak donde Verdasco se precipitó en los momentos cumbre, y vio cómo se le escapaba el partido de manera desgarradora.

Anderson logra así el pase a los cuartos de final, donde se verá las caras con Steve Johnson, un consumado especialista en esta superficie, en la que sus reveses cortados pueden generar muchos problemas a cualquiera. Kevin defenderá unos meritorios octavos de final en Wimbledon, por lo que quiere llegar a la cita londinense repleto de confianza.