Hay amores que son imposibles, y ese es el que parece existir entre Nishikori y la hierba. El sólido jugador japonés no encuentra la manera de mejorar su rendimiento sobre una superficie que se le resiste. Estructura su tenis desde el fondo de pista, pero ni siquiera su buena capacidad de flexión le confieren las variaciones necesarias para desplegar su mejor juego en el césped londinense.

El japonés nunca ha alcanzado los cuartos de final en Wimbledon

Nishikori nunca ha pasado de octavos de final en Wimbledon, y este 2016 aspira a romper la maldición: "Mi meta siempre ha sido llegar a cuartos de final, pero nunca lo he hecho bien en estas giras sobre hierba." Y es que ni siquiera en los torneos previos logra adquirir buenas sensaciones que le hagan llegar con un plus de confianza al evento londindense. En este 2016, Kei acudió a Halle, donde sufrió lo indecible para ganar a Lucas Pouille y no se presentó al partido ante Florian Mayer por molestias en el abdomen: "Me lesioné en Halle, fue una desgracia. Pero creo que si gano un par de partidos cogeré confianza y ritmo".

No lo tendrá fácil ya que ha sido agraciado con un cuadro realmente complejo. Cuestionado sobre su rival en primera ronda, Sam Groth, el nipón reconoció su dificultad: "Es muy buen jugador, sobre todo en esta superficie. Saca muy y será un partido difícil". A pesar de ello, el de Shimane parece confiado en poder cuajar un gran torneo, tras dejar atrás sus molestias físicas: “Me siento muy bien. Tuve una semana para recuperarme de la lesión. He practicado muy bien estos últimos días. Dos días atrás, jugué dos sets con Richard Gasquet. Así que estaré muy bien para el lunes. No estoy al 100% todavía, pero estoy cerca”.