Muchas son las dudas que se ciernen sobre las posibilidades del japonés en torneos sobre hierba, y no es para menos. Su rendimiento histórico en Wimbledon y torneos previos no es ni mucho menos destacable, y con sus molestias abdominales había ciertos miedos de que no pudiera competir bien en el Grand Slam londinense. Sin embargo, el de Shimane es un trabajador nato, inasequible al desaliente y con hambre de mejora, y ha trabajado duro para llegar en óptimas condiciones a Londres.

Ni siquiera un sacador y voleador restó confianza al japonés, cuyo rendimiento y, sobre todo actitud fue sublime. Entre ceja y ceja tiene alcanzar los cuartos de final, siendo éste el único major en el que aún no lo ha logrado. El primer paso ya se ha dado, y se ha hecho con tremenda firmeza.

Nishikori supo elegir cada golpe

Muy pocos fueron los problemas del nipón a lo largo del partido. Desde el primer momento se vio que Groth no estaba todo lo preciso que se requiere al servicio para un jugador de sus características, y así lo atestigua el hecho de que metiera menos del 50% de primeros servicios. Nishikori estuvo muy vivo al resto, y buscó los pies del australiano en sus recurrentes subidas a la red.

El japonés dejó en agua de borrajas los breaks de Groth

Tras resolver el primer set sin apenas dificultades, Groth dio algún susto en la segunda y tercera manga en forma de break, pero no resultó ser más que un espejismo. El de Shimane se supo dominador del encuentro en todo momento y logró encauzar las situaciones adversas con pocas dificultades. 

El japonés se verá las caras en segunda ronda con el veterano Julien Benneteau, en un duelo que parece más que asequible para él si mantiene el nivel del que hizo gala ante Groth. Quiere y puede mejorar su tenis sobre hierba, y en ello está Nishikori. Con humildad y esfuerzo puede ser un jugador a tener en cuenta.