Un año después, Garbiñe Muguruza volvía a la pista que le vio nacer como super estrella. La pista central del All England Lawn Tennis & Croquet Club acogía el debut de la flamante campeona de Roland Garros, la tenista del momento.

Al otro lado de la red, Camila Giorgi, una jugadora incómoda, de esas que hacen torcer el gesto en los sorteos. Aunque el último precedente entre ambas fue hace penas unas semanas en París, con victoria clara para Muguruza, la italiana se había impuesto en los dos enfrentamientos previos.

Acoso y derribo

Garbiñe Muguruza saltó al piso con unas sensaciones bien diferentes a las dejadas en Mallorca. Logró el break en el primer juego del partido, siendo agresiva, tratando de derribar el muro que desde el primer momento Giorgi planteó. Los nervios propios de un debut en Grand Slam y el buen hacer de la transalpina igualaron las tornas en el juego siguiente.

Cuando la presión pasó a un segundo plano, la lógica del tenis fue imponiendo su ley. Los precisos y potentes golpes de Garbiñe. fruto de una gran movilidad, iban poco a poco derribando los ladrillos de la barrera italiana. Segura al servicio, los breaks fueron cayendo y en apenas 42 minutos el 6-2 favorable a la española ya lucía en el marcador.

Fotografía: Wimbledon

Se las prometía muy felices Garbiñe. La contundencia con la que la hispano-venezolana había resuelto la primer manga conmocionó a Giorgi, que salvo dos bolas de break al inicio del segundo parcial, cuando todo parecía resuelto. 

Ese fue sin duda el punto de inflexión. La italiana arriesgaba más con sus tiros, encontraba los golpes ganadores, y la balanza se equilibro. Llegó incluso a decantarse en favor de Camila, que apenas sufría con su servicio e incomodaba cada vez más al resto.

Garbiñe no podía ocultar la tensión en su rostro, algo no iba bien. Con 5-4, la número dos mundial tuvo que salvar una bola de set. Lo que parecía un simple susto se tornó en realidad tan solo dos juegos después. Cuando Muguruza servía para llevar el segundo parcial a la muerte súbita, Giorgi dispuso de una nueva oportunidad de forzar el tecer set. Y la italiana no la desaprovechó.

Camila Giorgi (Fotografía: zimbio.com)

Cabeza fría

Cuestión de edad, madurez o trabajo, lo que es evidente es que Garbiñe Mugurza ha experimentado un gran avance a nivel mental. Las derrotas por motivos psicológicos parecen ya cosa del pasado.

La presión de poder ser la sorpresa negativa se acumulaba sobre la espalda de Garbiñe, y Giorgi no bajaba el listón. Pero el momento más difícil trajo consigo la mejor versión de Muguruza. Su poderoso revés volvió a causar estragos en el juego de la italiana, que en el 2-1 y tras salvar cinco bolas de rotura, perdió su servicio. 

Suficiente para Garbiñe, que manteniendo sus saques con consistencia cerró el complicado partido por 6-2, 5-7, 6-3. En segunda ronda espera la eslovaca Jana Cepelova, que se deshizo de la colombiana Marina Duque-Marino.