No tiene miedo a salir de su zona de confort sino que aspira a progresar cada día. Trabajadora nata y apasionada de este deporte, Carla Suárez-Navarro desea dar un salto cualitativo sobre hierba, superficie donde su mejor resultado son los octavos de final alcanzado en Wimbledon 2013. No defendía puntos tras su contundente derrota el pasado año en primera ronda ante Ostapenko, por lo que esta edición se erigía en un mar de oportunidades.

Las está aprovechando la canaria, al plantarse ya en tercera ronda aunque sufriendo mucho ante jugadoras netamente inferiores a ella en ránking. Es el sino de la española, con dificultades para encontrar victorias fáciles y mucho menos en esta superficie. Lo importante es el resultado final, y Carla puede decir con orgullo que sigue viva y coleando en el Grand Slam londinense.

Carla, cómoda en el sufrimiento

Es un motor diésel la española, a la que le está costando mucho entrar en el partido. Le ocurrió ante Zhang y de nuevo ante Allertova, perdiendo la primera manga frente a ésta última. La canaria parecía cómoda y tranquila, pero eso se tradujo en cierta pesadez de piernas con la consiguiente pérdida del servicio.

Allertova cometió nueve dobles faltas entre la segunda y tercera manga

La checa fue mejor en la primera manga, pero bajó mucho sus prestaciones al servicio en las dos siguientes. Carla se activó de piernas al resto y logró cambiar por completo la tendencia del partido. Sólida al servicio y letal cuando sacaba la checa, la española pronto tomó una ventaja que no hizo más que ampliarse.

El tercer set fue una exhibición total por parte de la española, que cerró el partido con muy buenas sensaciones y demostró estar preparada para retos más ambiciosos. Su rival en tercera ronda será la ganadora del duelo entre Jankovic y Erakovic.