Si hay una tenista que demuestra solidez en una pista de tenis es sin lugar a dudas Angelique Kerber. La número uno alemana consiguió vencer en el día de hoy a la estadounidense Varvara Lepchenko por 6-1 y 6-4 en un encuentro que se alargó a los 52 minutos de juego y que sirvió para certificar su pase a la tercera ronda.

Tiene como estructura en su juego a base de un físico encomiable y una capacidad inaudita para jugar profundo y recuperar bolas imposibles. Con un tren inferior difícilmente comparable al de cualquier otra jugadora, la tenista teutona ostenta un talento impresionante para jugar al contraataque en cualquier superficie, entre ellas la hierba de Wimbledon.

La joven jugadora estadounidense no vio agujeros. Cuando Kerber se agarra a la pista se erige en un muro infranqueable, y parece imposible encontrar los golpes ganadores. Lepchenko acabó precipitándose y cometiendo una gran cantidad de errores no forzados. que le abocó al precipicio de manera rápida.

Firme en la victoria la alemana

Además, Kerber, percibiendo las dudas de su rival, atacó más de lo normal y lo hizo con una gran eficacia. Acabó el encuentro con 18 golpes ganadores por tan solo 6 errores no forzados. Tras un primer set en el que la alemana apabulló, la segunda manga fue algo más competida. Lepchenko se lanzó a por el partido y encadenó algunos juegos buenos, teniendo hasta la oportunidad de romperle el servicio a la campeona del Open de Australia.

Sin embargo, Kerber reaccionó a tiempo y puso las cosas en su sitio. Con un elevado porcentaje de primeros saques, comenzó a estructurar la remontada que la llevó a hacerse con el segundo set pot 6-3, y por consiguiente, con el partido.

En tercera ronda, la tenista otomana se medirá a la también alemana Carina Witthoeft que en el día de hoy venció a la japonesa Kurumi Nara por 6-3 y 6-0 en un encuentro muy rápido y sin apenas historia.