Historia viva del tenis. Será muy complicado que vuelvan a surgir dos jugadoras como las Williams, y mucho más compartiendo sangre. La genética dotó a estas mujeres de un aura especial para jugar y asombrar con una raqueta en la mano, y su carácter competitivo y luchador hace que hayan adquirido retos inalcanzables a priori, prolongando su carrera hasta límite insospechados en longevidad y calidad.

Se soñaba en All England Tennis Club por ver una final disputada entre ambas, pero el público londinense habrá de conformarse con verlas juntas. Lucharán por el que sería el decimocuarto título de Grand Slam en modalidad de dobles, metiendo mucho miedo de cara a los Juegos Olímpicos, que podría ser el colofón ideal a su idilio profesional.

El tiebreak del primer set fue decisivo en el devenir del partido

Siguen teniendo hambre de triunfos y así lo demostraron en semifinales; a tan solo un día de poder alcanzar los ansiados 22 Grand Slam, Serena jugó a una intensidad realmente asombrosa, contagiando a una Venus muy precisa con el servicio. Julia Goerges y Karolina Pliskova no se amilanaron, y practicaron un juego muy preciso y veloz, basándose en el saque y volea de la alemana y la polivalencia de la checa. 

Vendieron muy cara su piel, siendo el tiebreak del primer set, clave en el devenir del partido. Las Williams se impusieron por 7-3 en la muerte súbita tras un parcial realmente intenso, y dieron un golpe moral muy fuerte a Goerges y Pliskova que no pudieron evitar cierto hundimiento y relajación, y eso se paga caro ante las Williams. Serena y Venus se escaparon en el marcador y certificaron su pase en la final.

Será la primera final de Grand Slam para Babos y Shvedova

Allí, se verán las caras con la pareja revelación del torneo. Es la formada por Timea Babos y Yaroslava Shvedova. Dieron la campanada en los cuartos de final al vencer a las todopoderosas Martina Hingis y Sania Mirza, y eso parece haberles conferido una gran confianza. Cuajaron un partido perfecto frente a Atawo y Spears, imponiéndose por 6-4 6-2 y logrando el billete para la que será la primera final de Grand Slam para ambas.