Marcel Granollers y Pablo Cuevas tandrán que pagar. La ITF sancionó al español y al uruguayo por su "conducta antideportiva" en los octavos de final de Wimbledon. La multa de cuevas asciende a 9000 dólares, mientras que el catalán tendrá que abonar 7500 dólares por los mismos incidentes.
Los hechos sucedieron en un maratoniano partido de octavos del cuadro de dobles ante la pareja formada por el británico Jonathan Marray y el canadiense Adil Shamasdin. Todo comenzó cuando la jueza de silla del encuentro, la francesa Aurelie Tourte, no permitió a Cuevas ir al servicio en el quinto set.
En ese momento, y según la ITF, el uruguayo "amenazó con miccionar en un bote de bolas". En el siguiente descanso, con la ayuda de su compañero y una toalla, Cuevas intentó llevar a cabo su amenaza, pero la jueza descubrió sus intenciones. Cuando Pablo se disponía a comenzar su turno de servicio con 13-12 abajo en el marcador, la pareja recibió el primer warning por este hecho. Una doble falta a la que el sudamericano respondió lanzando una bola fuera de la pista fue el motivo del segundo warning, que transformó el 0-30 en un 0-40 y tres bolas de partido.
La pérdida del punto desató la ira de la pareja hispano-uruguaya, que consideraba injusto el primero de los warnings. Ambos se negaron a seguir jugando, y tras diez minutos de discusión con el supervisor del torneo, el partido se reanudó. Unos segundos más tardes, el tenso partido concluía, con la victoria de Marray/Shamasdin 14-12 en el quinto set.