La alegría desbordaba su joven rostro al entrar en rueda de prensa. Muchos de años de trabajo duro, de decisiones valientes y de sinsabores constantes ante los grandes favoritos, tuvieron sentido en el momento en que alzó las brazos como vencedor de la semifinal ante Roger Federer. Raonic se convierte en el primer canadiense finalista del torneo, y no dudó en señalar a John McEnroe como una pieza fundamental en su progresión.

"Es divertido y agradable, es el hombre de 57 años con más energía que conozco. Sonríe, nos reímos. Y compartimos muchas cosas fuera de la pista. A él le encanta el arte también y tiene más experiencia que yo en eso, por lo que discutimos algunas veces un poco", dijo divertido el espigado jugador norteamericano. "Es un placer trabajar con él y me ha enriquecido, fuera y dentro de la pista. No se si comparto tanto con él sobre rock and roll. A mi me gustan bandas de hace algunas generaciones también pero no creo que fuera un concierto de Billy Joel. Pero estoy seguro que disfruto de muchas cosas que también le hacen disfrutar a él", poniendo de manifiesto la buena sintonía que hay con el estadounidense, y lo bien que éste ha encajado en el equipo técnico liderado por Carlos Moyá.

Y es que se aprecia un cambio en el patrón de juego de Raonic durante los últimos meses: "Ahora subo a la red mucho más y me siento voleando genial, colocando mis golpes en los lugares precisos y cubro la pista mucho mejor". En estos McEnroe puede haber aportado aire fresco al canadiense, como él mismo reconoce: "La mayoría de sus consejos es sobre como colocarme para volear, donde estar cuando ves a tu rival o en mejorar los balances o qué ángulos cubrir". Incluso en el servicio, su arma más leta, Milos parece haber introducido alguna variante: "Hemos trabajado un poco el servicio, cambiando el efecto y haciéndolo mas impredecible y en ser más rápido a la hora de controlar las oportunidades y ser agresivo en los puntos, algo que a mi me faltaba. Creo que estoy jugando bien y que las cosas se están reagrupando de una forma sencilla, y espero que la mejoría continúe partido a partido". 

El idilio profesional entre John y Milos parece provechoso y ya se especula con la posibilidad de prolongarlo más allá de este torneo: "Cuando traje a John y le pedí que fuera parte de este proyecto mi intención no fue nunca de ser mejor en hierba. Puedo incorporar todo lo que he aprendido en césped para usarlo en pista dura. No hemos hablado de continuar, solo de trabajar juntos un número determinado de semanas, porque él tiene muchas obligaciones", señaló.