Pocos expertos pronosticarían esta final tras ver el sorteo. Andy Murray, cabeza de serie número dos, partía con ventaja en su cuadro, en el que apenas tuvo mayores complicaciones para solventar su condición de favorito y conseguir acceder a la final. La revelación, el factor suerte, unido al gran momento tenístico que afronta el canadiense Milos Raonic ha hecho que dispute su primera final de Gran Slam. Un cuadro en el que hombres como Federer o Djokovic tuviesen, tanto por nombre como por juego, la mayoría de las papeletas para acceder a esta gran final. Su gran victoria ante Federer, unido a la suerte de la eliminación de Novak Djokovic ante Querrey han sido fundamentales para conseguir este hito para el canadiense.

Juventud contra experiencia

Este será uno de los puntos a tener muy en cuenta en la final de mañana. Murray parte mañana como favorito para el partido, en parte, gracias a su dilatada experincia en momentos de tensión y en situaciones similares a la que vivirá mañana. Además, jugar en casa, dónde hay que recordar que ganó Wimbledon en el año 2013 y se alzaría con el oro en los JJOO un año atrás, Murray espera dar otra alegría a su público para afianzar esa posición en el ranking.

Gran año el de Raonic: semifinales en Australia y finalista en WImbledon

En el otro lado de la moneda estará Milos Raonic. Primera presencia en un partido de tal magnitud para un jugador que ha crecido a pasos agigantados en los últimos años. Se esperaba mucho de él y ha cumplido con esas espectativas, demostrando en estas dos semanas del torneo londinense un nivel excelso en el que puede plantar cara a cualquier jugador que se propongo. El gran handicap que puede tener es esa inexperiencia, ese terreno inhóspito en el que tendrá que andar Milos para hacer la proeza de ganar al hijo pródigo en su torneo fetiche.

Raonic celebra la victoria ante Roger Federer. Vía: Indianexpress
Raonic celebra la victoria ante Roger Federer. Vía: Indianexpress

Otro de los factores a tener en cuenta será el descanso. A priori, Raonic ha disputado más minutos en pista que Murray en las últimas rondas, teniendo que ir en dos ocasiones al quinto y definitivo set, aspecto que puede perjudicar gravemente a Milos conforme vayan avanzando las horas de este partido.

Los últimos partidos tienen un claro dueño

Murray ha dominado en los últimos cinco enfrentamientos directos entre ambos tenistas. El más reciente, se produjo hace menos de un mes y sobre hierba también, cuando el escocés ganaría a Raonic en la final del torneo disputado en Londres por dos sets a uno. Con la lección aprendida, Raonic deberá mejorar esos puntos flacos para sorprender a Murray.

Murray celebrando el título que conseguiría ante Raonic. Vía: Bleacerreport
Murray celebrando el título que conseguiría ante Raonic. Vía: Bleacerreport

Raonic deberá jugar bastante agresivo con el saque. Dejar que corra la bola y conseguir impactar la pelota con fuerza, velocidad y colocación para evitar que Murray juegue su tenis sólido y consistente. El servicio será de las principales claves del partido, ya que por él pasará gran parte de las aspiraciones de ambos en el día de mañana. Quien consiga un alto porcentaje de puntos con el primer servicio, aces, o errores del rival, tendrá más papeletas para alzarse campeón de Wimbledon.

Partido bastante interesante el que se vivirá mañana en el complejo tenístico londinense en el que los dos tenistas lucharán con todos sus armas desplegadas para alcanzar la gloria. A priori parte como favorito el hijo predilecto, el héroe local, Andy Murray, tanto por ranking, cómo por duelos directos entre ambos tenistas. Sin embargo no se puede menospreciar a un Milos Raonic que está crecido, que está en racha tras remontar ante Roger Federer y conseguir, hasta el momento, el mejor año de su carrera, que intentará culminar con el primer Grand Slam de su corta carrera tenística.