España busca su lugar natural en la historia del tenis. El gran dominador de la Copa Davis en el siglo XXI cayó al Grupo I tras dos inesperadas derrotas en 2014, y desde entonces no ha dado con la tecla adecuada para volver a situarse entre las mejores selecciones del planeta. Esta competición no permite el más mínimo error, y España experimentó una línea peligrosamente descendiente desde el año 2012, justo después de levantar su quinta y hasta el momento última ensaladera que figura en el palmarés del tenis español.

Tras vencer el pasado mes de septiembre a Dinamarca, el combinado entrenado por Conchita Martínez vuelve a ejercer de visitante y de nuevo ante un rival teóricamente asequible, pues Rumanía no cuenta con jugadores de primer nivel en el circuito tenístico. Aún así, el cuadro rumano contará con el apoyo del público y puede poner en apuros a los españoles si la relajación hace acto de presencia en los tenistas, por lo que, como han advertido en los días previos a la eliminatoria, deben impedir que la presión les afecte y jugar su tenis habitual, un factor suficiente para conseguir el triunfo y seguir escalando hacia la élite.

Seguridad y confianza

Una vez resueltos los problemas con la Federación y con Conchita Martínez asentada en el puesto de capitana, España sigue progresando en la competición en su ascenso a la cima, toda vez que cuenta con algunos de los mejores jugadores del planeta. Con Rafa Nadal y David Ferrer como los encargados de disputar los partidos individuales, la selección española consiguió imponerse por un contundente 5-0 a Dinamarca, que no puso en ningún momento una gran resistencia y demostró estar varios pasos por debajo de su rival en aquella eliminatoria disputada en septiembre.

Bautista debutará en la Copa Davis | Foto: zimbio.com
Bautista debutará en la Copa Davis | Foto: zimbio.com

Roberto Bautista y Feliciano López disputarán los partidos de individuales

Sin embargo, la capitana de Copa Davis no podrá contar con los dos mejores jugadores españoles en lo que al ránking se refiere. El jugador balear se encuentra lesionado, mientras que el alicantino está atravesando un bajo estado de forma que le ha llevado a firmar, hasta el momento, una de sus peores temporadas en los últimos años. Pero España tiene muchos y muy buenos jugadores, y tanto Roberto Bautista como Feliciano López, que teóricamente se encargarán de los duelos individuales, figuran entre las 20 mejores raquetas del planeta.

Con Marc López y Pablo Cuevas como los otros dos integrantes del equipo, España llega a Rumanía con la firme intención de seguir dando pasos hacia su objetivo, que no es otro que ascender al Grupo Mundial. El mejor equipo de la competición en los últimos 15 años lleva cuatro jugadores de gran nivel, y una derrota supondría un duro revés para los intereses del tenis español, que no tendría la oportunidad en septiembre de luchar por alcanzar de nuevo la élite.

La ilusión por bandera

El partido de dobles es la gran esperanza de Rumanía

Esa es la principal característica de Rumanía para afrontar la eliminatoria ante España en la Copa Davis 2016. El combinado rumano cuenta con jugadores no situados entre los mejores, y que se encuentran muy lejos del nivel de sus oponentes. Marius Copil (163 del mundo) y Adrian Ungur (número 185 de la clasificación mundial) serán los encargados de los individuales, mientras que el único atisbo de esperanza del equipo anfitrión recae en el duelo de dobles, donde Florin Mergea y Horia Tecau forman una pareja muy competitiva.

Marius Copil, nº 163 del mundo, es el número uno de Rumanía | Foto: zimbio.com
Marius Copil, nº 163 del mundo, es el número uno de Rumanía | Foto: zimbio.com

Con los mismos componentes que presenta ante España, Rumanía se impuso por un contundente 4-1 a Eslovenia el pasado mes de marzo, alcanzando la siguiente ronda de la Copa Davis. Pese a esta inercia posistiva y el hecho de jugar en pista dura pueden ser, junto al apoyo del público rumano, la gran baza del combinado entrenado por Andrei Pavel, pero las opciones son mínimas no sólo por la teórica superioridad del conjunto español, sino también porque los jugadores españoles que disputarán la eliminatoria se adaptan a la perfección a esta superficie.

Sin presión

Pese a la teórica superioridad del equipo español, los integrantes del equipo son conscientes de que no deben despistarse lo más mínimo si quieren volver de tierras rumanas con la victoria. En esa línea se pronunció la capitana, Conchita Martínez: "Siempre que juegas fuera no es fácil, pero tenemos un gran equipo y vamos a afrontar la eliminatoria con mucha fuerza. Lo bueno que tiene España es que tenemos muchos jugadores, se pueden hacer varios equipos y todos muy fuertes. Eestoy confiada en que los jugadores lo van a dar todo en la pista, son grandes especialistas en esta superficie, sólo hay que mirar en los resultados. Nos vamos a olvidar de la presión, nos debemos concentrar en sacar nuestro juego, esa es la clave, no pensar en presiones sino jugar como ellos saben".

También se mostró muy optimista el número uno del combinado español, Roberto Bautista, que destacó el gran grupo que ha viajado hasta Rumanía: "La capitana ha elegido a los mejores jugadores para afrontar esta eliminatoria, ya sabía el tipo de pista que nos íbamos a encontrar y nuestro juego se adapta muy bien a este tipo de superficies, creo que podemos hacer una buena eliminatoria. Todo el equipo llega en forma, venimos jugando muy bien.Estamos contentos y preparándonos lo mejor posible. Venir convocado me hacía muchísima ilusión, para mí es un sueño debutar con España y aquí estoy disponible para la capitana, para lo que necesite. Intento aportar lo máximo posible al equipo y al resto de mis compañeros".

Ligera ventaja española

La trayectoria de ambos equipos en la competición es muy diferente, pues el combinado español ha conseguido 'la ensaladera' hasta en cinco ocasiones, mientras que la selección rumana ha disputado tres finales (1969, 1971 y 1972), perdiendo en todas ellas ante Estados Unidos.

España y Rumanía se han enfrentado en tres ocasiones a lo largo de la historia de la Copa Davis. La primera de ellas se produjo en los cuartos de final de la edición de 1967, en una eliminatoria disputada en Bucarest. España consiguió vencer por 3-2, pero los rumanos perpetraron su 'venganza' dos años después, cuando se impusieron a los españoles por 1-4 en Valencia. La última vez que ambas selecciones fue en 1975 sobre la tierra batida de Barcelona, logrando España la victoria por 3-2.