Es de esos jugadores que aparece y desaparece en el circuito, pero que cuando está concentrado puede vencer a cualquiera. Si Klizan está inspirado y vivo de piernas, se antoja realmente complejo poder derrotarle. Zurdo, con capacidad innata para encontrar golpes ganadores y sin agujeros en su juego más que su solidez mental. Asombró en Rotterdam, donde alcanzó el título, y a partir de ese momento, molestias físicas han impedido que rindiera al nivel esperado en las giras sobre tierra batida y hierba.

Regresa ahora en temporada estival, en torneos ideales para él donde no están los tenistas más sólidos del circuito por lo que su juego incisivo y a veces suicida, tiene cabida. Klizan logra otro ATP500 que puede auparle en el ránking y, sobre todo, darle mucha confianza de cara a los meses venideros. Sorprendió a un Cuevas que no encontró la manera de mermar su tenis impetuoso.

Klizan estuvo muy acertado

Cuando se asumen tantos riesgos como lo hace Martin Klizan a la hora de atacar, el resultado depende casi única y exclusivamente de su frescura mental e intensidad de piernas. El eslovaco se reencontró con su mejor versión en el torneo alemán, aprovechando la humedad imperante que le permitió golpear a la bola con violencia y tiros planos.

El juego liftado de Cuevas no tuvo intensidad requerida, al encontrar en la pista un rival para su juego. La humedad no dejó que las bolas botaran mucho, y Klizan pudo golpear a la altura de la cintura, pegando profundo y entrando en pista con facilidad. Cuevas desaprovechó las pocas opciones de las que dispuso, encontrando en el saque de Klizan un arma casi inexpugnable. El encuentro se igualó tras un primer set claro para el eslovaco, pero no pudo evitar que Klizan cerrara el partido en dos mangas.

Esta victoria puede hacer que Klizan llegue con mucha confianza y frescura de piernas a un tramo de temporada que puede ser muy prolífico para sus intereses. El eslovaco podría estar en Río de Janeiro y aprovechar las condiciones favorables de la ciudad carioca para su juego.