Las mayores alegrías llegan en ocasiones cuando menos se esperan. Es el caso de lo logrado por Feliciano López en el torneo suizo de Gstaad; las dudas se han agolpado en la mente del toledano desde el pasado año, en el que estuvo a punto de entrar al top-10 pero fue perdiendo comba, sin poder aprovechar su posición propicia en el ránking para ganar torneos.
Campeón en eventos sobre hierba, pista dura e indoor, la tierra batida era el talón de aquiles del español. No son muchos los jugadores que al finalizar su carrera, pueden mostrar en su hoja de méritos, títulos en todas superficies. Feliciano entra en ese selecto grupo tras cuajar una gran semana en la localidad suiza, y dejar atrás cualquier sospecha de falta de concentración a raíz de su turbulenta situación personal del último mes.
Feliciano supo aprovechar sus oportunidades
Con la confianza que le dio el hecho de sacar adelante el partido ante Marius Copil de Copa Davis, el toledano se presentó en Gstaad con el único objetivo de lograr el título. No se le dan bien este tipo de eventos en el que parte como máximo favorito pero la presión le puede. Sin embargo, algo parece haber cambiado en la mentalidad del español tras su título de dobles en Roland Garros, luciendo mucho menos hastiado de lo habitual.
Haase solo tuvo alguna opción cuando Feliciano se relajó
Jugó con rivales inferiores a él en todas las rondas, pero tuvo la humildad suficiente como para ponerse el mono de trabajo. Así lo hizo en la final ante Haase, asumiendo que el partido se resolvería en detalles y mostrando una gran fortaleza mental. No dio opciones al holandés en una primera manga sencillamente perfecta, en la que rompió el servicio de Haase y no permitió a este ni una sola oportunidad de devolverle el golpe.
Ágil de piernas, escogiendo bien los tiros y subiendo a la red con frescura pero sin precipitación, Feliciano encontró resquicios en el tenis de un Haase que no se rindió. Aprovechó una cierta relajación del español en el tramo inicial del segundo set, para ponerse con ventaja de un break. Llegó a dominar 4-1, pero la reacción del toledano fue mayúscula.
Quinto título de Feliciano López en su carreraCorrió de lado a lado, alternó efectos y velocidades y atrajo a la red a un Haase algo torpe en ese territorio. Hizo dos breaks que le sirvieron en bandeja su primer título sobre tierra batida. A los 34 años, Feliciano puede mostrar orgulloso su currículum tenístico, consciente de que será la envidia de muchos.