Jerzy Janowicz está de vuelta. El tenista polaco ha elegido el Open de Castilla y León para volver a las pistas después de una delicada lesión en la rodilla, por la que tuvo que ser operado en octubre de 2015, y que le apartó de la competición tras el último Australian Open. 

El gigante polaco se dio a conocer de cara al gran público a finales de Janowicz: "He estado cinco meses sin coger la raqueta"2012, momentó en el que consiguió llegar a la final del Masters 1000 de París, en la que fue derrotado por David Ferrer, tras haber dejado en la cuenta a jugadores de la talla de Marin Cilic o Andy Murray. Su letal servicio y la potencia de sus golpes le reportaron sus frutos, aupándole hasta el puesto 14 del ranking mundial. Las finales de Winston-Salem (2014) y Montpellier (2015) han sido sus mejores resultados desde entonces. 

Seis meses después, y aún con muchas precauciones Jerzi debutaba en el torneo espinariego como sexto cabeza de serie, midiéndose al italiano Luca Vanni, 170 del mundo y muy acostumbrado a este tipo de torneos.

Un ilusionador comienzo, con su característica potencia intacta, se tradujo en un 6-2 en el primer parcial. Sin embargo, la falta de ritmo de competición y un estado físico que aún no es el óptimo, fueron los motivos que hicieron que el polaco fuese perdiendo fuelle. Vanni, mucho más rodado, supo aguantar en los momentos difíciles, y terminó por darle la vuelta al marcador, en un apretado 2-6, 7-6, 7-5.

Una lesión compleja

La de Janowicz, no ha sido una lesión cualquiera. Su paso por el quirófano, la delicadeza de la zona y, sobre todo, su hermetismo a la hora de informar sobre su recuperación despertaron todo tipo de rumores.

Su estado físico siempre fue una incógnita. Su baja a última hora en la eliminatoria de Copa Davis ante Argentina hizo saltar las alarmas en Polonia, y confirmó la gravedad de su lesión. 

Fotografía: zimbio.com

El ocultismo en torno a la lesión levantó todo tipo de críticas, especialmente en su Polonia natal, donde se le acusó de estar más pendiente de asuntos que poco tenían que ver con el tenis. Lo cierto es que según ha contado el jugador en los días previos al torneo espinariego, "no ha podido coger una raqueta en cinco meses".

A pesar de la derrota a las primeras de cambio, su participación en el Challenger de El Espinar ha sido más que positiva de cara a su próxima gran cita: los Juegos Olímpico de Río 2016. 

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