La preparación de Angelique Kerber para los Juegos Olímpicos vá por buen camino. Tras la retirada de la semana pasada en el torneo de Bastad, en su partido de segunda ronda ante la española Arruabarrena, Kerber dejó al mundo del tenis bastante preocupado al estar tan cercana la cita olímpica. Pero a pesar de que en su debut en Montreal la alemana no ofreció las mejores sensaciones, parece claro que esta capacitada para hacerlo bien tanto en suelo canadiense como en la ciudad brasileña.

Se puede decir que el mundo del tenis esta viviendo en este 2016 la explosión definitiva en el juego de Kerber. Aunque ha sido mucho más tarde de lo previsto, puesto que la jugadora nacida en Bremen ya tiene 28 años, el momento de madurez que vive la jugadora zurda le ha llevado a levantar el torneo del Open de Australia y llegar a la final de Wimbledon, retos que hasta este momento veía muy lejanos, a pesar de que destilaba talento por los cuatro costados.

Kerber se llevó un susto en su debut

El partido comenzó de la mejor manera posible para la alemana. A las primeras de cambio ya conseguía una rotura y ponía velocidad de crucero hacia la victoria en el primer parcial. Con ese juego variado y siempre dentro de la pista (razón por la cual se observan continuamente sus característicos bote pronto), Kerber maniataba a su rival en el fondo de la cancha, lo que hacía que el partido pareciera tener dueño desde un primer momento.

La croata demostró que este tipo de pistas se adaptan completamente a sus características.Sin embargo, en el segundo set todo cambió. Lucic-Baroni rompió el saque de su rival a la primera oportunidad que tuvo y a pesar de que solo parecía un pequeño contratiempo, la jugadora croata empezó a sacar increíblemente bien, lo que dejaba prácticamente sin opciones al resto a la número dos del mundo. Solamente en un juego pudo Kerber igualar el partido, pero con una tremenda sangre fría la croata supo sacar adelante su saque y llevar el partido a una decisiva tercera manga.

En este set, las espadas estuvieron en todo lo alto. Cada jugadora mantenía el saque sin excesivos problemas, por lo que la primera que subiera el nivel se haría con el partido con total seguridad. Fue en este momento donde Kerber demostró porque ya se ha colado por pleno derecho entre las estrellas de este deporte. Cuando la presión mas aprieta, Kerber deleitó con un magnífico juego al resto que hizo que se viniera a abajo la resistencia de su rival, y pudo ganar el partido. Ahora en los octavos de final se encontrará con una dura rival, como es la ucraniana Elena Svitolina.