Los Juegos Olímpicos son el evento de los eventos. Todo deportista de élite aspira y sueña con colgarse una medalla olímpica, que es el máximo reconocimiento para un deportista. Además, su extrañeza en cuanto a la forma de disputarse, cada cuatro años, hace aún más especial si cabe a este acontecimiento. 

Desde 1896, muchas de las expectativas con las que parte cada cuatro años el grupo olímpico español vuelven sin recompensa, a pesar de que España ha realizado grandes hazañas en los Juegos Olímpicos, pero no siempre el equipo español está en las quinielas para alzarse con una medalla. Sin embargo, el tenis español no garantiza éxito, pero sí ha estado peleando seriamente por los metales. Santana, Orantes, Bruguera, Arrese y Nadal son los únicos que han saboreado alguno de los metales olímpicos. Junto a ellos hay que añadir a Juan Gisbert-Manolo Santana, Emilio Sánchez Vicario-Sergio Casal y a Corretja-Albert Costa, parejas que también consiguieron apuntar medallas para España. 

De Santana a Nadal 

Cuando hablamos del primer jugador español en ganar algún torneo grande siempre aparece el nombre de Manolo Santana. El campeón de Wimbledon, Roland Garros y US Open también fue el primero en ganar una medalla, y encima de oro, en unos Juegos Olímpicos, los de México en 1968. Esa final la disputó contra otro español, Manolo Orantes, que consiguió la plata y completó el hito de una final plenamente española en los Juegos.  Fue un partido que no dejó indiferente a nadie porque se enfrentaron dos auténticos genios de la raqueta. Santana consiguió alzarse con la gloria tras vencer 2-6 6-3 3-6 6-3 6-4. 

Manolo Santana en 1968. Foto: todo-olimpico.com
Manolo Santana en 1968. Foto: todo-olimpico.com

La final olímpica entre ambos supuso otra lección para las generaciones venideras y sirvió de base para la gran generación dorada del tenis español que hoy seguimos disfrutando, encabezada por Rafael Nadal. El tenista español más laureado en el mundo del tenis también brindó un oro a España, es la última medalla conseguida en dicha disciplina. La gloria olímpica le llegó en "su" año, en 2008. Venía de ganar su cuarto Roland Garros consecutivo, su primer Wimbledon y tras unas duras semifinales contra Djokovic y salvar tres remates imposibles en la pelota de partido, se metió en la final en su primera participación en unos Juegos Olímpicos. 

La final se jugó en el actual complejo que alberga al Masters 1000 de Shanghai. Fue un partido mucho menos exigente que el que jugó Santana en México, pues Fernando Gónzalez no pudo aguantar el ritmo que impuso el balear. Una derecha errada del chileno abrió las puertas del olimpo a Nadal, que cerró el partido en 2h 20 min por un marcador de 6-3 7-6 (2) y 6-3. Pekín catapultó a Rafa hacia el número 1 del mundo, completando una temporada de ensueño. 

Nadal en Pekín 2008. Foto: zimbio
Nadal en Pekín 2008. Foto: zimbio

Más medallas del tenis

A parte de las dos medallas de oro de Nadal y Santana y la medalla de plata de Manolo Orantes, el tenis español cuenta con otras dos medallas de plata en individuales y tres más en la modalidad de dobles. 

Después de la final de Santana y Orantes fue Jordi Arrese el siguiente en tener la oportunidad de colgarse un oro y en un escenario más que adecuado, en el complejo del Conde de Godò durante los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Arrese disputó seguramente la final olímpica más agónica y larga. Más de cinco horas estuvieron bregando el catalán y el suizo Marc Rosset por alzarse con el oro. Esta vez la gloria cayó del lado rival en un agónico quinto set que se resolvió 8-6. Jordi Arrese se tuvo que conformar con la plata, pero denoto esfuerzo, sufrimiento y hambre, cualidades que le fueron reconocidas por el público presente al término del partido. 

Otro que se quedó con la miel en los labios fue Sergi Bruguera en Atlanta 1996, cuando André Agassi le derrotó de manera contundente en la final por un marcador de 6-2 6-3 y 6-1. Otra plata con algo de polémica debido a las declaraciones que concedió el americano años después de su retirada en las que aclaraba que se drogaba con cristal. El catalán no dudó en reclamar la medalla de oro, pero el COI y la ATP decidieron que todo se mantuviera como estaba. Hoy parece que el caso está sobreseído. 

Los dobles también han dado alegrías y medallas al tenis español. En 1968, Manolo Santana jugó también la final de dobles formando pareja con Juan Gisbert, pero no pudo hacer su particular doblete. La pareja local formada por Rafael Osuna y Vicente Zarazúa demostraron su superioridad mostrada durante el torneo y se llevaron el oro. Los siguientes Juegos Olímpicos en Seúl fueron testigos de la presencia de una nueva pareja española en la final, pero de nuevo el oro fue para otros.

En esa ocasión, la pareja española que aspiraba al oro era la formada por Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal, que nada pudieron hacer contra los americanos Flach y Seguso. La última medalla en la modalidad de dobles fue la conseguida por Alex Correjta y Albert Costa en Sidney 2000. Un bronce fue su recompensa y la única medalla que se llevó el tenis en esos Juegos. 

Emilio Sánchez Vicario y Emilio Casal en Juegos Olimpicos. Foto: juegos-olimpicos.com
Emilio Sánchez Vicario y Emilio Casal en Juegos Olimpicos. Foto: juegos-olimpicos.com

Ahora toca Río de Janeiro y España, en tenis, vuelve a ser garantía de éxito en todas las modalidades. Nadal, Ferrer, Bautista y Ramos representarán a España en el individual masculino. Muguruza, Carla Suárez, Anabel Medina y Arantxa Parra en el femenino.