Día de gloria para Juan Martín del Potro. El tenista argentino reapareció a principios de año en el ATP 250 de Winston Salem donde llegó hasta las semifinales, para continuar su preparación saltándose varios torneos sobre tierra batida antes de llegar a la hierba, la cual daba paso a la llegada de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Tras conseguir ni más ni menos que la medalla de bronce en Londres 2012, repetir el éxito cuatro años después se antojaba cuanto menos complicado al tener que lidiar con el número uno, Novak Djokovic, en primera ronda, cuajando un tenis fabuloso, sin errores y con una soltura espectacular que le llevaba a doblegar a su contrincante por 7-6 y 7-6, accediendo por la puerta grande a la segunda ronda. Juan Martín ha vuelto, y ahora buscará llegar hasta los puestos de privilegio con las medallas de por medio. Su próximo escollo será este mismo lunes el brasileño Joao Sousa.

"Djokovic es un gran campeón y un amigo del circuito, sé lo importante que para el era este evento y la medalla dorada pero también él sabe el esfuerzo que he hecho, nos tenemos un gran respeto ambos"

La sorpresa fue máxima, y es que con el rival que tenía al otro lado de la pista, Del Potro asumía la complicación de llevarse un triunfo en el que necesitó jugar un tenis impecable. "Ha sido una noche maravillosa desde la previa, desde el sorteo, las expectativas fueron muy altas y cumplí con lo que se pensaba de este partido. No pensaba ganarlo, me sorprende el nivel que he tenido, después de lo que he luchado por volver a jugar al tenis volvía a ganar a un número uno, he jugado muy bien con mi derecha. Volví a disfrutar de cuando la pegaba de forma que la gente clamaba desde la tribuna, hicimos una noche soñada", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, Juan Martín del Potro no dudó en elogiar la figura de los aficionados presentes en la cancha, creando un clima fabuloso, sin olvidarse en ningún momento de ensalzar a Novak Djokovic, un campeón herido. "Fueron dos horas y media de una intensidad de juego espectacular, la gente disfrutó, estaba cansado pero disfruté, quería ganar pero también que siguiera el partido porque estaba linda la noche y un gran calor en la grada, un gran colorido. Me ha tocado, en Wimbledon por ejemplo, llorar de tristeza a mí y a él al revés, Djokovic es un gran campeón y un amigo del circuito, sé lo importante que para el era este evento y la medalla dorada pero también él sabe el esfuerzo que he hecho, nos tenemos un gran respeto ambos, tenemos buena onda", concluyó.