Era la primera vez que ambos tenistas se veían las caras, y como no el destino les deparó un enfrentamiento nada y más y nada menos que en unos Juegos Olímpicos. 

Un partido repleto de morbo era el que ambos jugadores nos deparaban. El australiano venía de doblegar a su rival de primera ronda por un doble 6/0 en menos de una hora de encuentro, mientras que Nishikori despachó al español Albert Ramos en un partido sin demasiados apuros. Los dos tenistas con buenas sensaciones disputaron un partido sin complejos ni miedos. 

A priori, lo que parecía un partido medianamente cómodo para el número 6 de ranking mundial fue una pesadilla. Millman saltó a la pista sin temor y desplegó todo su potencial tenístico a pesar de la gran diferencia en el ranking mundial, donde Kei es el número 6 y John el 73. 

Millman no mostró ningún miedo hacia NishikoriEl australiano sin nada que perder, comenzó su juego agresivo desde el fondo de pista, y con descaro consiguió alcanzar una muerte súbita en la primera manga. Ahí, es cuando los grandes jugadores sacan a relucir su arsenal y Nishikori no fue menos. Con un tenis inteligente y sólido se anotó la primera manga del encuentro por 7/6. 

Reanudó el segundo set de la misma forma que terminó el primero, conuna intensidad espectacular. Millman no quería distracciones y continuó sorprendiendo a Nisikori desde el fondo de pista con su juego agresivo. Fue ahí cuando consiguió adelantarse en el marcador 4-2 y poner en duda el tenis del japonés. Pero una vez más, Kei reaccionó a tiempo y le dió la vuelta al marcador, cerrando el segundo set por un resultado de 6/4. 

Los fantasmas acompañados del buen tenis del australiano, fueron testigos de las dudas de Nishikori, pero una vez más nos volvió a sorprender con su poder mental.