A pesar de las dificultades en forma de lesiones, la leyenda de Rafael Nadal (Manacor, 03/06/1986) sigue creciendo y lo hace con tintes épicos en Río 2016. La jornada de este viernes ha aportado al tenis mundial una nueva muestra de ello. En un día que quedará para siempre en el recuerdo del tenis español, Nadal no solo ha conseguido su segundo oro Olímpico (fue oro en individuales en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008) tras vencer en la modalidad de dobles junto a Marc López en una gran final ante la pareja rumana formada por Horia Tecau y Florin Mergea (6-2, 3-6, 6-4), sino que además ha logrado el pase a las semifinales del torneo individual tras verse obligado a remontar ante el brasileño Thomaz Bellucci en un tremendo partido (2-6, 6-4, 6-2). Afrontar y superar seis sets de una enorme exigencia física y mental en apenas unas horas en una competición tan especial como los Juegos Olímpicos es tan solo la penúltima hazaña del tenista español, uno de los más grandes de todos los tiempos.
Profesional desde el año 2001, Rafael Nadal mantiene un espectacular balance de 796 victorias por 168 derrotas en su carrera. Ha conquistado 69 títulos individuales en el circuito de la ATP, entre ellos 14 Grand Slams. Campeón del Open de Australia en una ocasión (2009), nueve ediciones de Roland Garros (2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014), dos de Wimbledon (2008, 2010) y otros dos Open USA (2010, 2013). A esto se añaden cuatro Copas Davis con España (2004, 2008, 2009, 2011) y dos oros Olímpicos (individuales Pekín 2008 y dobles Río 2016).
Una medalla de oro muy especial para el balear, ya que la ha conseguido junto a un gran amigo como Marc López y que supone el mayor logro de su carrera deportiva en esta modalidad, la de dobles (nueve títulos), en la que ocupa actualmente el puesto 146 mundial ATP, muy lejos de la posición 26 del año 2005 y con un balance de 120 victorias por 71 derrotas.
Pero no solo por eso. Si por algo se carcateriza Rafael Nadal es por su mentalidad ganadora, su implacable tesón y una plena confianza en sus posibilidades. Llegó a los Juegos Olímpicos de Río 2016 en la quinta plaza mundial de la ATP, mermado físicamente por las lesiones (sobre todo en la muñeca) y habiendo tenido que renunciar a un buen número de torneos importantes de su calendario no solo para ser el abanderado de España en la ceremonia inaugural. En un ejercicio de orgullo y carácter, anunció públicamente que disputaría todas las modalidades tenísticas de la cita Olímpica (individuales, dobles masculino junto a Marc López y dobles mixtos formando pareja con la reciente campeona de Roland Garros, Garbiñe Muguruza). Tan solo la prematura eliminación de la hispano venezolana del torneo individual femenino y el 'inesperado' avance junto a Marc López en el dobles hizo que Nadal renunciara al dobles mixto.
La emoción del balear era más que evidente en los últimos juegos de la final Olímpica de dobles, una de las pocas ocasiones en las que Nadal ha dejado ver en cancha la especial ilusión que suponía para él este desafío de Río 2016. No era un reto más, sino un hito principal en su carrera desde el punto de vista sentimental. Y Nadal lo ha vuelto a hacer, demostrándose a sí mismo y al tenis mundial la dimensión de lu leyenda.
Pero los desafíos continúan y Nadal se enfrentará al argentino Juan Martín del Potro en las semifinales del torneo individual en busca de una nueva medalla Olímpica. Ya probó el sabor del oro en Pekín 2008 tras vencer al chileno Fernando González en la final. Ahora también ha hecho lo propio con el oro brasileño, pero el apetito no solo de triunfos sino de superación de Rafael Nadal es insaciable.
Vídeo: Programa 'Informe Robinson' dedicado a Rafael Nadal publicado el 01/01/2016. (Fuente: Movistar+).