Después de tener que doblegar en primera ronda a ni más ni menos que el número, el serbio Novak Djokovic, imponerse a continuación al portugués Joao Sousa y dar cuenta del japonés Taro Daniel, Juan Martín del Potro accedía por la puerta grande a los cuartos de final donde al otro lado de la pista le esperaba el español Roberto Bautista Agut, quien en su camino hasta la antepenúltima ronda del torneo olímpico dejaba en la lona en su estreno al ruso Andrey Kuznetsov por retirada de este, superaba al italiano Paolo Lorenzi por la vía rápida y en su último encuentro daba cuenta del luxemburgués Gilles Muller. El premio para el ganador de este partido, jugoso: un puesto en las semifinales entrando en la lucha por las medallas, ya fuera oro/plata o bronce.

Del Potro comienza comandando el partido

Los nervios y la importancia del partido era un aspecto muy a tener en cuenta, jugando un papel vital en este caso la experiencia, ganando ampliamente Del Potro a su contrincante, por lo que entrando a pista mucho más activo a pista, y con muchos menos errores en los primeros compases del encuentro, el argentino quebraba el servicio de Bautista a las primeras de cambio para ir raudo y veloz hasta el 3-0 con la consolidación del quiebre.

De ahí en adelante los juegos pasaban con más pena que gloria hasta que la responsabilidad pasaba a manos de Juan Martín con 5-4 en el marcador, disponiendo de su servicio el tandilense para hacerse con la primera manga, algo que ni mucho menos estaba por la labor de permitir el tenista castellonense, recuperando el quiebre sufrido anteriormente para igualar la contienda a cinco juegos y comenzar una nueva manga. A pesar de haber mostrado síntomas de reacción, los problemas volvían a aparecer en el juego de Roberto teniendo que confirmar la rotura obtenida, apareciendo Del Potro en su camino para conseguir el break que le llevaba hasta el 6-5, con el que disponía por segunda vez de su servicio para cerrar el primer set, algo que terminaba logrando por 7-5 después de ni más ni menos que 55 minutos.

Un tie break de infarto termina coronando a Del Potro para luchar por las medallas

Tras un pequeño descanso en el que clarificar ideas y sobre todo, descansar, tanto Del Potro como Bautista volvían a pista para que durante los primeros compases del segundo parcial la tónica fuera la misma que en el primero, quebrando el tandilense el servicio de Roberto a las primeras de cambio, pero en esta ocasión a la hora de certificar el quiebre obtenido los nervios aparecían en el juego de Juan Martín, que veía como su contrincante obtenía el contrabreak que rápidamente igualaba la contienda a dos juegos.

Ninguno de los dos tenistas conseguiría enquietar de ahí en adelante al contrario al resto, lo que provocaba que tras llegar al 5-5 tanto Bautista como Del Potro solventaran su servicio sin mayores problemas para decidirse el segundo parcial en el tie break, donde el argentino no perdía los nervios en ningún momento a pesar de perder una ventaja de cuatro puntos, terminando con el desempate a su favor por 7-4, y por ende cerrando el segundo set por 7-6 (4) para firmar su billete a las semifinales de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro por 7-5 y 7-6 (4) después de dos horas y once minutos de partido. El próximo escollo del tandilense será ni más ni menos que el español Rafael Nadal.