Tras proclamarse por segunda vez en su carrera campeón olímpico, Andy Murray llegaba al US Open 2016 como el tenista con mejor estado de forma del circuito. El escocés ha dado esta temporada el salto cualitativo tan esperado desde hace varios años y ha alcanzado la final en los tres Grand Slam completados hasta la fecha, lo que le han permitido afianzarse como el número dos de la clasificación mundial y, además, acercarse a Novak Djokovic tenísticamente hablando, firmando una espectacular temporada culminada con el oro en Río y el título en Wimbledon.

Pero Murray quiere continuar aprovechando esta inercia positiva, y afronta el torneo neoyorquino con la máxima confianza posible, sabedor de que puede ser el momento perfecto para alzar por segunda ocasión el título en Flushing Meadows, un título que le hará especial ilusión al tratarse del primer Grand Slam que consiguió el jugador nacido en Dunblane. El camino hacia esa final comenzó con el partido ante Lukas Rosol, un jugador correoso pero que nada pudo hacer ante el nivel de su rival, que solventó el partido por la vía rápida y tachó la primera etapa de su ruta hacia el título en el US Open.

Tímida resistencia checa

Los dos tenistas iniciaron el encuentro muy sólidos con su servicio, y ambos fueron ganando sus respectivos turnos al saque. El británico hacía gala en cada punto de su consistencia desde el fondo de la pista y de su capacidad para leer el juego, mientras que Rosol mantenía el encuentro igualado gracias a un buen número de golpes ganadores, logrando hasta once tras los seis primeros juegos por tres de su rival (2-2), una característica peligrosa pues en el momento en que redujera mínimamente el nivel, Murray podría aprovechar y finiquitar el primer parcial por la vía rápida.

Rosol comenzó con once golpes ganadores y terminó con 45 errores no forzados | Foto: zimbio.com
Rosol sólo se mantuvo en el partido al inicio gracias a sus golpes ganadores | Foto: zimbio.com

Y esta situación no tardó en llegar. Siempre tan concentrado y tan eficiente en su juego, el número dos del mundo se colocó 3-2 arriba con su saque para a continuación, en uno de los juegos más largos del encuentro y en el que se sucedieron los errores de ambos tenistas, aprovechar un nuevo error de su rival y lograr el ansiado 'break' que ponía cuesta abajo la primera manga. Andy Murray aumentó esta ventaja con su servicio y, tras desaprovechar tres oportunidades al resto, tuvo que esperar hasta su siguiente turno al servicio para cerrar el primer set (6-3).

Piloto automático

Después del siempre complicado primer set en el debut en un Grand Slam, el tenista escocés activó la velocidad crucero y comenzó el segundo parcial en plan arrollador. Los errores de su rival y sus golpes ganadores le permitieron lograr el 'break' a las primeras de cambio, una rotura que vendría acompañada de una segunda tras ganar su servicio, pues Lukas Rosol cometía numerosos errores no forzados aprovechados por el jugador de Dunblane desde el resto, mientras que su firmeza con el saque le situó en una gran posición para apuntarse también la segunda manga del encuentro (4-0).

Murray acabó con 17 errores no forzados por 45 de su rival

Con esta ventaja y ante un rival como Murray al otro lado de la red, el único objetivo era volver a estar acertado con el servicio para afrontar con mayores garantías el resto del partido. El jugador checo reaccionó y, al menos, logró mantener sus dos siguientes turnos al saque, pero la diferencia era insalvable y, además, el número dos del mundo no cedía un ápice de terreno con el saque, lo que le permitió llevarse el segundo set (6-2) y colocarse a tan sólo uno de la segunda ronda del US Open 2016.

Rosol comenzó bien, encadenando su tercer juego al servicio consecutivo y dando la sensación de volver a presentar batalla tras el decepcionante set anterior. El escocés no varió el guión y continuó muy firme con el saque, ganando más del 80% de los puntos en juego con su primer servicio. Si ya de por sí es difícil ganar a un jugador del estado de forma y del nivel de Andy Murray, más aún cuando consigue estos porcentajes. Sin embargo, el jugador centroeuropeo no cejó en su empeño y volvió a adelantarse con su servicio, llegando a la parte central del set con igualdad en el marcador (2-2).

Andy Murray encadenó cuatro juegos consecutivos en el segundo y tercer set | Foto: zimbio.com
Murray encadenó cuatro juegos consecutivos en el segundo y tercer set | Foto: zimbio.com

El parcial tenía que romper en algún momento y lo hizo a partir del quinto juego. En un quinto juego donde todos los puntos llegaron tras errores de ambos, Murray volvió a hacer gala de su inteligencia para lograr el 'break', consolidándolo en el juego siguiente y situándose 4-2 arriba en la tercera manga. Lukas Rosol sólo tenía una oportunidad de aferrarse al encuentro, pero volvió a ser presa de las errores y cedió de nuevo su servicio ante el tenista escocés, que no desaprovechó la oportunidad de finiquitar el partido con su servicio y, con su undécimo saque directo del encuentro, estableció el definitivo 6-2 en el marcador y logró el pase a la segunda ronda del US Open, donde se enfrentará al español Marcel Granollers.