Son dos jugadores por los que cualquier aficionados pagaría una entrada. Dan espectáculo, tienen carisma, son mediáticos y parecen tener condiciones para estar en lo más alto. Sin embargo, no circula el aire en la azotea. Kyrgios y Tomic vagan por las pistas de medio mundo entre las polémicas suscitadas por su comportamiento en la pista y fuera de ella. Nueva York solo podrá seguir disfrutando con el tenis y los disparates de uno de ellos.

Tomic no encuentra sensaciones

Apático, lento de piernas y carente de emoción. Así se vio en pista a Bernard Tomic. El australiano pareció subestimar la calidad de su rival, el bosnio Dzumhur, y se encontró con una dolorosa pero muy merecida derrota. Los errores del australiano fueron recurrentes, y cuando parecía que podía reaccionar, se paró totalmente de piernas.

Y es que el bosnio tomó ventaja de dos sets, pero Bernard mejoró sus prestaciones y se adjudicó el tercer set. En la cuarta manga se llegó al tiebreak, y allí llegó un carrusel de errores que condenaron definitivamente el australiano. 6-4 6-3 4-6 7-6 (0) fue el resultado final de un encuentro que lleva al bosnia a la segunda ronda, donde se enfrentará a Ilya Marchenko.

Kyrgios vence con solvencia

El díscolo australiano habló en la pista y lo hizo con mesura y acierto. Sin precipitarse, como si realmente estuviera motivado y disfrutando de lo que hacía. Kyrgios dominó el encuentro de principio a fin, yendo siempre por delante en el marcador y teniendo herramientas para romper el servicio de un Bedene sin argumentos.

6-4 6-4 6-4 fue el resultado final en favor del australiano cuyo siguiente rival será el argentino Horacio Zeballos en lo que se espera que sea un encuentro que exija mucho más al australiano. La pelota está en su tejado.