Las pistas del US Open han encumbrado a lo largo de la historia a varios de los mejores sacadores de este deporte: Roddick, Sampras… todos ellos encontraron en el cuarto Grand Slam una superficie propicia para sacar partido a su mejor arma. Dos de sus discípulos  en la disciplina del saque, Kevin Anderson y John Isner, lo hicieron valer un día más para plantarse en la siguiente ronda del US Open 2016. El sudafricano lo consiguió tras vencer en tres sets a Vasek Pospisil, por 7-6(3), 6-4 y 6-4. Isner, la gran esperanza americana, se complicó un día más para hacerse con la victoria, pero terminó solventando su compromiso ante Steve Darcis por 6-3, 6-4, 6-7(10) y 6-3.

En el primer turno del día, Kevin Anderson tenía ante sí a un peligroso rival. Vasek Pospisil progresa cada día y hace valer sus armas, a saber: un poderoso primer servicio, apoyado por un gran revés a dos manos y una derecha que le permite tomar la iniciativa. Sin embargo, partía como favorito por ranking y por su estilo de juego. El temible saque de Anderson y su gran derecha invertida eran las grandes armas con las que desbordar al inconstante jugador canadiense.

El primer set fue el más sufridoEl primer parcial fue el más trabado del encuentro, reflejo de lo que se esperaba: dos jugadores muy fuertes al saque, frente a frente. Los primeros compases fueron extraños, con una rotura para cada contendiente, pero enseguida cogieron la dinámica de servicio y comenzaron a sacar sus juegos adelante. A pesar de que Anderson gozaba de más opciones al resto (incluidas  dos bolas de set con 6-5 y saque de Pospisil) y de que apretaba con su derecha, el set marchó inevitablemente hasta el tie break. La suerte del desempate suele ser más favorable a los sacadores, y en este caso así fue: Anderson aprovechó un par de errores de su rival, fruto de la tensión del momento, y logró afianzar la primera manga por 7-6(3).

El segundo set comenzó con un Anderson más enchufado, complicando los juegos de saque de su rival y mostrándose muy firme con su servicio. El sudafricano sacó a un nivel espectacular, tanto que finalizaría el encuentro con 16 aces en su haber. Una rotura con 2-2 en el marcador encarriló el set, que solo se complicó con una opción de break para Pospisil con 4-3 en el marcador. Sin embargo, Anderson apretó los dientes y supo hacer valer su mejor arma para amarrar la manga por 6-4. El mazazo fue terrible para Pospisil, quien comenzó el tercer y a la postre definitivo set jugando muy dubitativo. Esto permitió al sudafricano arrancar dos roturas que le proporcionaron un colchón insalvable para el canadiense. Pospisil reaccionó al final, cuando Anderson sacaba para ganar, pero fue demasiado tarde y solo consiguió recuperar uno de los breaks. En la siguiente ocasión, Kevin no perdonó y cerró el set y el partido por 7-6(3), 6-4 y 6-4.

Isner se complicó un día más

John Isner sigue siendo la gran esperanza de la grada americana. El gigante de Greensboro cuenta con armas para lograr un buen resultado en el US Open: un saque absolutamente infernal, temido por todos los jugadores del circuito, y una gran derecha invertida con la que desborda a sus rivales.

Después de sufrir en la primera jornada ante el desconocido Tiafoe, el americano tenía enfrente un rival teóricamente asequible como Steve Darcis. El belga venía de jugar la clasificación, y podía estar más cansado que el americano. Para muestra un botón; Isner, sin ganas de repetir su pésimo comienzo ante Tiafoe, arrancó el partido jugando a un nivel altísimo. Aprovechó sus opciones al resto para romper en el cuarto juego, y sacó como nunca para cerrar el primer set por 6-3. Su nivel de servicio fue tal, que Darcis tan solo logró tres puntos al resto en toda la manga. El segundo set vivió una tímida reacción de Steve Darcis, que igualó el juego de ambos rivales. Ambos dispusieron de opciones al resto, primero el belga en el segundo juego, pero fue Isner quien, haciendo valer su experiencia y ranking, resolvió las situaciones y amarró un break precioso en el quinto juego. Cuando se habla del número 21 del mundo, un break es casi siempre definitivo, y en este caso también lo fue para hacerse con la segunda manga por 6-4.

Isner falló donde menos se esperaba, en el tie breakEl tercer set ofreció un juego mucho más igualado, en el que Darcis logró por fin amarrar sus servicios y poner en juego los restos (empresa nada fácil ante un rival como John Isner). Tanto fue así, que ninguno de los jugadores dispuso de opciones de rotura hasta el 5-4 para el belga. Aquí, el saque vino al rescate de Isner una vez más para firmar el 5-5, pero la dinámica sobre la pista había cambiado. El americano no hacía tanto daño con sus golpes de derecha, y Darcis estaba logrando alargar algo más los puntos, haciendo correr a su rival. Así, se llegó a un tie break que beneficiaba los intereses del de Grensboro, quien siempre se desenvuelve bien en la lotería del desempate. Isner dispuso de cuatro bolas de partido, una de ellas con el saque, pero Darcis se mostró intratable y supo sacar fuerzas de flaqueza para ganar el tie break por 12-10 y llevar el partido a la cuarta manga.

Darcis acabó desinflándose tras el esfuerzo

El maratoniano tercer set pasó factura a Steve Darcis, ya que sumado a los varios partidos de clasificación con los que cargaba en sus cansadas piernas, hacía difícil que pudiera mantener el nivel en el set decisivo. Efectivamente, Isner comenzó de nuevo a hacer daño con su derecha, y se mostró muy firme al servicio para acorralar al belga. Parecía inevitable que Steve flaqueara en algún momento, y así sucedió en el octavo juego. Tras una derecha enviada al fondo, Isner se colocó con 5-3 y servicio para cerrar el encuentro, y esta vez no falló. Logró dos saques directos en el juego decisivo y se llevó el partido por 6-3, 6-4, 6-7(10) y 6-3.

Los sacadores siguen adelante en el US Open, y seguirán teniendo el golpe inicial como máximo exponente de su juego, con miras a conseguir un gran resultado en el último "grande" del año.