Albert Ramos estás inmerso en una dinámica de juego muy negativa. El catalán dejó yerma la última parte de la gira asiática y se fue sin conseguir ninguna victoria ni en Shanghái ni en Pekín. Para olvidar esos resultados negativos hizo las maletas y llegó a Moscú para jugar un ATP 250 donde partía como segundo cabeza de serie. Esta condición le eximió de jugar la primera ronda del torneo y en segunda ronda sudó más de lo esperado para deshacerse de Donskoy en casi tres horas de partido. Esto ya apuntaba al difícil camino que iba a tener Albert en la capital rusa.

Sudando llegó a los cuartos de final donde se iba a encontrar con una de sus bestias negras: Fabio Fognini. El italiano eliminó a Albert en primera ronda de Shanghái en dos sets y continuo siendo invencible para el español que en ocho partidos contra Fabio no sabe lo que es doblegarle. Es cierto que Fognini no llegaba en el mejor momento de juego, pero los precedentes y el pozo en el que se encuentra inmerso Albert daban como favorito al del país de la bota e hizo valer esta condición.

El encuentro comenzó muy abierto para los dos tenistas que demostraron ser más fuertes desde el resto que empezando ellos los puntos. Ambos tenistas mantuvieron un pulso rompiendo el servicio del rival y les resultaba complicado mantener los turnos de servicios. Poco a poco Albert perdió intensidad en el juego y Fognini, que estuvo muy fallón pero menos que Albert Ramos, aprovechó la falta de intensidad del español para anotarse con facilidad el primer parcial en media hora de juego.

Albert Ramos se arrastraba por la pista como un alma en pena, no le salía nada y tampoco hacía mucho por intentar cambiar esta mala dinámica en la que estaba sumido. Las bolas iban flojas y muy centradas, lo que obligaba al italiano a moverse poco y a encontrar con más facilidad los ángulos, cosa que Albert destacaba. A pesar del mal juego del español hubo un momento de lucidez en el que reaccionó, pero se quedó en algo anecdótico y prácticamente regaló el partido a Fabio Fognini.

El partido tuvo un nivel amateur y no es conveniente ponérselo a alguien que se quiera aficionar a este deporte. Al final terminó ganando el que falló menos y el que mostró más interés en pasar de ronda. Albert Ramos sigue cavando más en ese pozo en el que se encuentra inmerso y Fognini lo llenó con un poco más de agua que ya le llega por el cuello a Albert.

Fognini se quedó con el billete que da acceso a la segunda ronda y allí está esperando a un rival que saldrá en el enfrentamiento entre Bellucci y Kohlschreiber.