Plácido estreno de Rafael Nadal en el Foro Itálico. En un escenario que le ha visto campeonar en seis de sus ocho participaciones, el actual número 5 del ranking mundial barrió al ídolo local, el volcánico Fabio Fognini, por 6-1 y 6-3.

Fognini empezó con el servicio, pero en apenas un minuto Rafa demostró sus intenciones: quebró en blanco, puso velocidad de crucero y rápidamente abrió brecha en el marcador. El tercer juego, facturado al fin por el de Sanremo, fue un espejismo que apenas sirvió para que el público se volcara animándole, con vítores que tornaron en pitos al final del set. El díscolo ídolo de la grada, con gran apatía y desidia, encajó un parcial de 0-4 para perder a toda velocidad el primer set dando razón a quienes recriminaban su actitud.

No cambió mucho la decoración en el segundo acto. Nadal volvió a arrear con fuerza (2-0 de salida) y pese a una tímida reacción del italiano, que logró el primer y único break que subiría a su casillero, no sufrió para cerrar el partido con un 6-3 a la segunda ocasión que tuvo de hacerlo, tras salvar Fognini una bola de partido con mucha fortuna en el 5-2 toda vez que su volea tocó la cinta para caer mansa en el lado contrario de la pista.

Con esta victoria Rafa despeja las dudas sobre su estado físico y avanza a octavos de final, donde le espera Ernests Gulbis, que se impuso con rotundidad a Victor Troicki por un doble 6-1. El tenista letón ya tuvo contra las cuerdas al español este mismo año en Miami y en el propio Masters de Roma hace tres ediciones, siendo capaz entonces de arañarle un set.

Ferrer sigue sufriendo

Quien tuvo que trabajarse de verdad el pase a la tercera ronda fue David Ferrer. El de Jávea tuvo que hacer horas extra para derrotar a un Verdasco que va recuperando el nivel y al que derrotó finalmente por 5-7, 7-5 y 6-3 tras casi dos horas y media de partido. El encuentro fue de un nivel altísimo, firmando ambos puntos larguísimos y sin que el madrileño, habitualmente más débil a nivel mental, diera apenas muestras de fragilidad.

Fernando empezó más fino, golpeando con muchísima profundidad y potencia, y siendo agresivo sin apenas cometer errores. Ferrer por su parte no tuvo su habitual velocidad de piernas, lo que le impidió llegar a muchos envíos de Verdasco y le obligó a arriesgar más de la cuenta, cediendo así el primer set haciendo dos winners menos y, algo casi inaudito viendo el historial de uno y otro, cometiendo más errores no forzados.

Conforme el partido se alargó el alicantino empezaba a encontrarse más a gusto pese al marcador, y logró bajar el ritmo de la pelota en el segundo set, donde la calma la benefició. Consiguió pronto un break que perdería al instante, pero cuando todo apuntaba a la solución del set en el tie-break encontró un inesperado quiebre que decantó la balanza de su lado. Ya en el tercer set ambos desperdiciaron opciones de rotura -tres Verdasco y cuatro Ferrer-, siendo este último quien hizo buena la quinta de que dispuso ya en el octavo juego, sentenciando a continuación.

Ferrer, semifinalista el año pasado en este torneo derrotando por el camino en idéntica ronda al propio Fernando Verdasco, se enfrentará en octavos de final al alemán Philip Kohlschreiber, a quien esta misma temporada ya venció en la final del ATP 250 de Auckland por 7-6(5) y 6-1. El germano evitó así un nuevo enfrentamiento entre españoles al ser verdugo (6-4 y 6-1) de Albert Ramos. El de Mataró aguantó muy bien de salida pero, tras ceder en el décimo juego un break después de situarse 40-15, entró en barrena y encajó un duro parcial de 7 juegos a 1 que puso fin a su andadura en la ciudad transalpina.