Llega la gira asiática y con ella la primera oportunidad para Rafa Nadal de volver a ser el número uno. La reconquista del cetro mundial, que no ostenta desde hace más de dos años -3 de julio de 2011-, comienza en el Abierto de Pekín.

"Será difícil volver a ser el número uno del mundo, pero si sigo jugando como los dos últimos meses, tendré mi oportunidad aquí o en las próximas semanas", admitió en rueda de prensa el tenista balear, que llega a la capital china con 10.860 puntos de los que no defiende ni uno solo en este torneo. Por su parte, Novak Djokovic, actual número uno del mundo, llega a la cita con 11.120 puntos y defiende título, es decir, 500 puntos. El serbio, por tanto, está obligado a ganar el torneo si no quiere perder puntos y, muy posiblemente, el liderato mundial. 

En Pekín, se reúnen seis de las diez mejores raquetas del planeta en este momento y Nadal volverá a competir en la capital china tras ausentarse durante tres ediciones -la última fue en el año 2009 y cayó en semifinales ante Marin Cilic-. Nadal ya sabe lo que es ganar en suelo chino, donde se llevó el título en 2005 -contra el argentino Guillermo Coria- y donde también consiguió el oro en los Juegos Olímpicos de 2008.

La parte baja del cuadro, correspondiente al tenista de Manacor, presenta como principales escollos unos supuestos cuartos de final contra el alemán Tommy Haas (7º) y unas semifinales ante el checo Tomas Berdych (4º) o el norteamericano John Isner (8º). Por su parte, Djokovic, en la parte alta del cuadro se podría encontrar en cuartos de final con el suizo Stanislas Wawrinka (6º), en un momento de forma excepcional y, en semifinales, con el valenciano David Ferrer (3º) o el francés Richard Gasquet (5º). A priori, el beneficiado de esta distribución será el tenista español.

Las posibilidades para ser número 1

Nadal tiene muchas posibilidades de salir de Pekín con el número uno mundial y Djokovic deberá esperar, prácticamente, un error del español para retener el cetro, al menos, una semana más. El balear será el líder mundial si gana el torneo, si llega a la final o si llega a semifinales y Djokovic no llega a la final. A partir de ahí, además, le sirve con igualar el resultado del tenista serbio, es decir, si los dos caen en primera ronda, segunda ronda o cuartos de final, para volver a ser número uno del mundo.

"No sé qué necesito hacer para ser el número uno, pero la única forma de conseguirlo es jugando mi mejor tenis". Nadal tiene clara la fórmula a aplicar en Pekín. Seguir fiel a su estilo. Ese que le ha permitido llevar a cabo un año de ensueño. La capital china es la primera oportunidad para el tenista balear de volver a ser el más grande del tenis mundial.