Novak Djokovic se ha convertido en el primer finalista del Masters 1000 de París. El serbio se ha impuesto en la primera semifinal del sábado al suizo Roger Federer, que pese a mostrarse superior y competir de tú a tú durante la primera hora de juego, acabó sucumbiendo ante el 'chacal', que se llevó el gato al agua por 4-6, 6-3 y 6-2

Federer, que ayer viernes demostró haber recuperado las sensaciones y el nivel ante Del Potro, refrendó dicha tónica en el inicio del partido. Muy fino en sus movimientos y en sus golpeos, castigó desde bien pronto a Djokovic, logrando un pronto break en el tercer juego que le dio un espaldarazo de confianza. Crecido y entonado, supo mantener la diferencia sin grandes apuros hasta el décimo juego, cuando sacaba para cerrar el set. Entonces aparecieron los problemas, pero también lo hizo su mejor versión. Concentrado, directo y sin titubear, salvó hasta cuatro bolas de rotura durante el juego para certificar la conquista de la primera manga.

En el segundo set las espadas seguían en todo lo alto. Pese a ir ya por detrás en el marcador Djokovic no estaba tan lejos de Federer, al que se iba acercando progresivamente gracias a reducir el número de errores no forzados, aunque sin embargo cedía nuevamente su saque en el primer juego y se complicaba las cosas en exceso.

Pero el serbio aún tenía mucho que decir, y no iba a entregar la cuchara tan pronto. Apenas tardó cinco minutos en recuperar la desventaja, lo que a la postre se convertiría en el punto de inflexión definitivo del partido. Con la igualdad parcialmente instaurada de nuevo, Djokovic recuperó la chispa que le faltaba y empezó a dominar la contienda, especialmente apoyado en su derecha.

Conforme crecía el nivel de Nole empezaba a decaer el de Federer, visiblemente cansado y con cada vez más dificultad para moverse por la pista, lo que aprovechó a la perfección el serbio. El actual número 2 del mundo empezó a variar más sus tiros, jugando con mucha profundidad y abriendo buenos ángulos, y pronto encontró rédito: rotura en el sexto juego y a navegar a placer hasta sumar el segundo set, con Federer relajado, visiblemente ahorrando fuerzas para la tercera y definitiva manga.

Pero en el tercer set, por mucho que Federer tratase de salvarse a base de saques, no hubo mucha historia. Djokovic aumentaba las diferencias con su oponente aprovechando especialmente su falta de acierto cuando jugaba con segundos servicios -solo ganó uno de los nueve puntos jugados tras errar con el primer saque- y cómodamente se procuró hasta dos breaks para llevarse el partido con más comodidad de la esperada en un principio.

Así, Djokovic se clasificaba para la final de Paris-Bercy. Es la segunda vez que lo hará en su carrera tras la que disputó en 2009, cuando se impuso al local Gael Monfils en un más que apasionante tercer set. Nole y Federer volverán a verse las caras la semana que viene, pues ambos han sido encuadrados en el Grupo B del Masters de Londres, que completan Juan Martín del Potro y Richard Gasquet.