Celebrado el sorteo de los grupos del Masters de Londres, la opinión era unánime: el Grupo A era el más débil. Formado por Rafael Nadal, David Ferrer, Tomas Berdych y Stanislas Wawrinka, parece una locura la afirmación con los números en la mano -son el 1º, 3º, 5º y 7º tenista con mejor ranking), pero no por ello deja de ser cierta. Nadie puede negar que el peligro de Federer, por mucho que actualmente esté por debajo en la clasificación, es mucho mayor que el del tenista checo. Y si no, que se lo pregunten a Ferrer, virgen ante el helvético y prolífico ante el europeo del este.

Los claros favoritos a avanzar a las semifinales son los dos tenistas españoles. Rafa, faltaría más, tiene el cara a cara ganado a todos los de su grupo, aunque su derrota en París ante David Ferrer ha generado algunas dudas. Pese a ello sus números, claros ante su compatriota (20-5), más aún con Berdych (16-3) y crueles ante Wawrinka (11-0), quien ni siquiera le ha arañado jamás un set, son aplastantes. 

Ferru por su parte, aunque debería perecer ante Rafa, tiene todas las papeletas para ganar a Berdych y Wawrinka. Tiene la moral comida al checo, especialmente tras el severo 3-0 que le endosó en la final de la Copa Davis 2012 que finalmente cayó del lado del gigantón y los suyos, y es superior al suizo si las piernas le responden.

Sin embargo, lo caprichoso del calendario ha hecho todo lo posible para beneficiar a los menos favoritos. Al estar presentes tanto Ferrer como Nadal en las semifinales del Masters 1000 de París, la organización ha adaptado los horarios y no debutarán hasta el martes, lo que les obliga a enfrentarse entre sí. Circunstancia nada favorable, pues el derrotado saldrá con la presión de tener que hacer dos buenos encuentros para ganarse el pase

Lo contrario le ocurre a Berdych y Wawrinka. El vencedor de su duelo, este mismo lunes a partir de las 15:00 hora española, tendrá gran parte del terreno ganado, necesitando en principio solo otra victoria para acceder a las semifinales, ganando en seguridad y confianza de cara a sus siguientes partidos. Habrá que ver pues no solo quién desarrolla mejor tenis, sino quién es capaz de soportar mejor la presión de jugar calculadora en mano, situación inisual en el deporte de la raqueta donde una derrota suele ser sinónimo de adiós inmediato.