Victoria por partida doble para Rafael Nadal. El actual número 1 del mundo y como tal principal cabeza de serie en el Masters de Londres ha vencido al suizo Stanislas Wawrinka por 7-6(5) y 7-6(8), resultado con el que consigue no solo el acceso a las semifinales en el O2 Arena sino asegurarse también el terminar el año en la posición de líder del ranking ATP que actualmente ostenta.

Wawrinka, que ya se ha hecho mayor, empezó el encuentro sin temor. Porque ya no es el jugador con clase que se hacía pequeño en los momentos importantes, y salió decidido a por la victoria, apoyado nuevamente en un primer saque tan prolífico -15 puntos ganados de 18- como el lunes ante Berdych. No se quedó atrás Nadal, que con más timidez en su juego se mantenía a flote con aparente facilidad, mientras los primeros juegos caían del lado de los sacadores.

Pero poco antes de alcanzarse el ecuador del set, los puntos empezaron a enmarañarse. El suizo fue tan directo como fallón, especialmente con su pobre e irregular tiro de derecha, y Nadal hizo lo mismo que ayer ante Ferrer: meter y esperar. Con esa sencilla receta, se cocinó un break que abrió una nueva fase en el set. Ambos empezaron a tener más opciones al resto, más por el desacierto ajeno que por el buen tino propio, y en esa montaña rusa de sensaciones se pasó de lo que pudo ser el 5-2 y saque del español al 5-5. Tras ello, unos minutos de aparente calma dieron paso al tie-break.

En la muerte súbita las espadas estuvieron en todo lo alto. Los dos se aferraron a sus opciones de victoria como si fuera un partido a vida o muerte, y el primero en oler la victoria fue Wawrinka, 5-4 arriba. Pero al resto fue incapaz de dañar, pese a que rozó el 6-4 que terminó perdiendo tras una defensa inhumana de Nadal. Jugando a la expectativa, fue el propio tenista balear el que gozó de la primera bola de set, y no necesitó más. Un buen contraataque y un inoportuno resbalón del suizo le regalaron una derecha fácil en la media pista que no desaprovechó. Solo siete golpes ganadores de Nadal, pero la mayoría de ellos cuando estaba en el atolladero.

Arrinconado, Nadal tiraba de calidad para solventar las situaciones comprometidasSe repetía la historia de siempre para Wawrinka, virgen ya no de victorias sino incluso también de sets en sus enfrentamientos previos ante el balear. Y, como casi siempre, esto le terminó pasando factura a nivel mental. Incapaz de aprovechar las ventajas de que dispuso al resto -solo convirtió dos bolas de break de las siete de que gozó-. El suizo, inconsistente en su tenis, cedía ya en el cuarto juego su servicio, empezando a hincar la rodilla. Fue justo después de tirar por la borda más opciones de quiebre, demostrando su incapacidad para gestionar los momentos en que se encontraba entre la espada y la pared, aquellos en los que Rafa tiene un máster. Así, se sentaba en la silla 7-6 y 4-1 por debajo.

Reacción de Stan

Con todo perdido, la agresividad del helvético se magnificó. Para lo bueno y para lo malo. Para lograr alargar la contienda no solo aferrado a su saque, sino aprovechando la cobardía de Nadal, infructuoso con su primer saque con el que pasó del 80% de puntos logrados en el primer set a un exiguo 50%, asestándole al fin un buscado break (4-3); pero también para ceder cuando el parcial recuperó la igualdad. Porque una vez más, llegado el encuentro a la zona Cesarini, fue Stan quien tembló. Aguantó bien hasta el tie-break, pero en él terminaría claudicando.

Hubo que esperar hasta sellar la victoria, porque tal y como hizo durante toda la contienda Wawrinka rindió tan mal por delante como a la perfección cuando parecía muerto, y en la muerte súbita no fue menos. En segundos, pasó del 4-1 abajo al 5-4 arriba con dos saques. Hasta ahí su resistencia, pues quemó una derecha contra el pasillo para ganarse, tarde, un punto de set que no pudo aprovechar al resto. Y ahí dilapidó sus opciones, pues Rafa ajustició sin dejar más resquicio a la duda.

Con esta victoria Nadal se convierte en el tercer jugador español en acceder a las semifinales, para las que ya sacaron el billete a primera hora Fernando Verdasco y David Marrero en la disciplina de dobles. Rafa supera la fase de grupos por cuarta vez en su carrera, y ya espera a su rival procedente del Grupo B.