Novak Djokovic no encuentra rival bajo techo. Desde la final del US Open donde cedió ante Rafa Nadal, el serbio se ha alzado con los triunfos en Pekín, Shangáai y París, habiendo ganado en estos torneos a Federer, Del Potro, Federer o Ferrer. En definitiva, el dominio de Djokovic está siendo total en esta parte del curso, y a día de hoy, resulta casi impensable que otro tenista pueda derrotarle en Londres. Y todo esto teniendo en cuenta que todavía deja en el aire ciertos instantes de bajón, como el de hoy en el segundo parcial, que dio vida a Del Potro hasta igualar el partido. Pero en el set definitivo Djokovic volvió a ejercer su tiranía habitual.

El partido tuvo cierta semejanza con la reciente final que ambos disputaron en Shanghái. Djokovic ha arrancado mejor, hasta el punto de dominar prácticamente cada punto en juego. Cada peloteo era de dominio del serbio que, sin hacer nada del otro mundo en apariencia, hacía correr a Del Potro, quien apenas podía mostrar su talento ofensivo. Un pegador como el argentino se veía sometido a la dictadura de Djokovic, que cada golpe que daba estaba un poquito más cerca de la conquista del primer set. Con ese panorama fue irremediable el desenlace de la primera manga; un break oportuno dio la ventaja sufienciente para que una gran versión de Djokovic cerrara el primer set por seis juegos a tres.

En el inicio del segundo parcial dio la sensación de que el partido podía ir por la vía rápida. Nada más lejos de la realidad, puesto que Novak Djokovic tuvo uno de sus bajones habituales durante toda la temporada, momento que aprovechó Del Potro para coger su derecha y adueñarse del centro de la pista. El bajón de uno provocó un crecimiento importante en su rival, que rompió y consolidó el break para situarse 5-2 arriba y divisar el empate más cerca que lejos. No lo entregó sencillo Djokovic, que estuvo cerca de igualar el parcial, pero la pegada de Del Potro hizo el resto para el set iguales.

Pero como hizo frente a Roger Federer, el serbio incrementa el nivel cuando quiere, y en el tercer set no dio ninguna opción al argentino, que se vio superado mental, física y psicológicamente. Lo intentó todo Del Potro, que se jugará la clasificación ante Roger Federer el próximo sábado, pero no pudo hacer frente al buen hacer de Novak Djokovic, especialmente certero desde el fondo de la pista, dominador de los peloteos y eficaz en el resto cuando tuvo que serlo. Reinó el serbio otra vez, que ya es semifinalista y primero de su grupo. 

Por lo que respecta al partido de dobles disputado en la jornada vespertina, se vivió un partido dramático entre los hermanos Bryan y Qureshi y Rojer. Al final la experiencia de los números uno les valió para terminar venciendo por 14-12 en el súper tie-break. Este resultado clasifica matemáticamente para semifinales a la preja formada por el croata Ivan Dodig y el brasileño Marcelo Melo.