El suizo Stanislas Wawrinka comienza 2014 de la mejor forma posible. El título del ATP 250 de Chennai ya luce en las vitrinas del jugador natural de Lausana, que se impuso por 7-5 y 6-2 a Roger-Vasselin. Este es el quinto título ATP de la carrera del tenista de 28 años, siendo, además, el primero en el que repite triunfo, tras haberlo logrado en su edición de 2011. Desde entonces, Wawrinka solo había logrado un título, el que consiguió el pasado año en el torneo portugués de Oeiras. El jugador suizo únicamente ha conseguido dos victorias sobre pista dura, siendo ambas en Chennai, mientras que sus otros tres triunfos ATP se produjeron sobre su superficie predilecta, la tierra batida.

Su rival en la final, el francés Edouard Roger-Vasselin, se presentaba este sábado ante la primera final ATP de su carrera deportiva, a la edad de 30 años. Tras llegar al cuadro de este torneo como séptimo favorito, su trayectoria hacia la final la completó eliminando a Albert Ramos, Jiri Vesely, el israelí Dudi Sela y, por último, el catalán Marcel Granollers en una disputada semifinal que tuvo lugar en el día de ayer. Con estos precedentes se presentaba en número 52 del ránking ATP en la final de Chennai, la cual, en principio, le hará superar el mejor ránking de su carrera (actualmente fijado en 48º).

Una final incontestable

La final fue un encuentro sin demasiada historia en el que Wawrinka, número 8 mundial y reciente semifinalista de la Copa de Maestros de Londres, impuso su calidad y sus tablas en todo momento. A pesar de su escaso acierto con el primer servicio, el suizo logró aprovechar la debilidad del saque de su contrincante y dominó a placer desde el fondo de pista, encandenando golpes de revés certeros con intercambios sobresalientes. Con este resultado, Wawrinka logró imponerse con sobriedad en un torneo en el que no cedió ni un set y en el que ha tenido una trayectoria impecable.

Era la tercera ocasión en la que ambos tenistas se veían las caras en sus respectivas carreras, con una victoria para cada uno en los encuentros anteriores. Sin embargo, Wawrinka rompió la igualada en un encuentro de mayor entidad que los dos previamente disputados. La experiencia, en esta ocasión, fue una baza importante a favor del suizo y un obstáculo insalvable para el tenista de Gennevilliers.