La verdad es que he jugado muy bien esta noche y estoy muy contento de la forma en que he jugado. Muy feliz de estar en otra final”, han sido las primeras declaraciones de Rafael Nadal tras su victoria sobre Roger Federer en tres mangas, 7-6, 6-3, 6-3.

Nadal sabía que tenía que hacerle daño, alargar los puntos e intentar que el suizo no subiera mucho a la red, pues era la táctica que estaba utilizando en los partidos anteriores. "Salí a la pista muy mentalizado, sabiendo que iba a ser un partido muy duro, y si no daba lo mejor de mí mismo iba a tener muy complicado acceder a la final”, explicaba el número 1 mundial. "Aunque se cómo jugarle a él y a todos, no siempre soy capaz de hacerlo", dijo el español en referencia a que siempre utiliza el mismo patrón de juego para intentar vencer a Federer.

Nadal, que no concedió ninguna bola de rotura hasta el tercer set, sabía que o sacaba como los primeros partidos o tendría complicado resistir los ataques del suizo, "Lo importante para mi era sacar bien, y aguantar al principio", dijo sobre su saque, pero especialmente sacar su revés, lo que a su juicio le benefició:  "Sacar sobre su revés ha provocado que yo pudiera empezar el punto con un poco de ventaja”, reconocía. Y así fue. No parecía que la ampolla de los dos partidos anteriores le molestara. Aumentó la velocidad en el servicio y pudo variarlo para evitar contratiempos y disgustos que complicarían mucho más el partido.

Wawrinka, próximo y último escollo

Stanislas Wawrinka y Nadal comparten habitualmente la pista de entrenamiento en aquellos torneos en los que coinciden, por eso Rafael le conoce bien. "Vi jugar a Stan contra Novak y Berdych. Lo está haciendo muy bien y está sirviendo increíble", comentó acerca de su próximo rival. El balear, además, es consciente de que tendrá que seguir a su mejor nivel para vencer: "Si no juego mi mejor tenis, no tendré muchas oportunidades de batirle", añadió.

Jim Courier, a pie de pista y después varios periodistas en sala de prensa, le han preguntado  sobre su ampolla. "Estoy un poco harto del tema. Me dificulta a la hora de hacer determinados golpes, pero por lo demás está bien. Ya no es un problema", sentenció. Se ha visto durante el encuentro que el vendaje no era igual de aparatoso que en partidos anteriores, debido a la terapia de radiofrecuencia que se le ha aplicado para su mejor cicatrización.

Nadal sabe que cuenta por victorias todos sus partidos contra Wawrinka, pero ni con esas se confía: "Saldré a la pista sabiendo que juego contra un jugador increíble y que lo que sucedió en el pasado no me va a ayudar", finalizó.

Habrá que esperar hasta el domingo a las 9.30 de la mañana para ver lo que depara la primera final de Grand Slam del año. Nadal busca igualar a Pete Sampras. Wawrinka estrenar su palmarés de Majors