Rafael Nadal continúa firme en Rio de Janeiro pese a los problemas de espalda que le apartaron de las canchas tras el Open de Australia. El número 1 mundial refrendó ayer su buen momento de forma ganando, con tanta contundencia como justicia, a su compatriota Albert Montañés por 6-1 y 6-2.
El partido fue muy plácido desde el inicio para el manacorí, como tantos cuando se enfrenta a un tenista cortado por el patrón de la tierra batida. El tenista de Sant Carles de la Rápita, terrícola como pocos, no pudo apenas hacer frente con su esquema de juego acompasado desde la línea de fondo. Además, Nadal desde el inicio se mostró serio sin dar lugar a la sorpresa, y castigó sin piedad la zona de su revés, por donde Albert no encontró nunca escapatoria.
El inicio de Nadal, fulgurante, puso rápidamente el 4-0 en el luminoso. El escarnio pudo haber sido mayor pese a que Rafa jugó en muchas ocasiones a contraestilo, obligado por Montañés a tocar más con su revés que con su derecha, pero eso no fue problema para que impusiese su dominio. El catalán, ante el vendaval, apenas pudo salvar un juego al saque en el primer set.
Nadal tampoco pisó el freno en la continuación. Agresivo, directo y sin contemplaciones, rápidamente con un nuevo break volvió a ponerse por delante. En ese momento sufrió un ligero despiste y, varios errores no forzados mediante, cedió su único saque del partido. Pese a ello no sufrió más, pues al resto fue igual de certero que en el primer set y apenas dejó respirar a Montañés.
Rafa buscará ahora las semifinales ante el portugués Joao Sousa, verdugo ayer del español Albert Ramos en tres sets (7-6, 2-6 y 6-3). Junto al mancorí, otros tres miembros de la Armada disputarán este viernes los cuartos de final: David Ferrer -ante el local Thomaz Belluccci-, y Tommy Robredo y Pablo Andújar, que se enfrentarán entre sí.