Rafael Nadal se clasificó para las semifinales del ATP 500 de Río de Janeiro tras destrozar, sin el menor atisbo de piedad, al portugués Joao Sousa, al que se impuso por un marcador de 6-1 y 6-0 que le requirió nada menos que una hora y diecisiete minutos por el empeño del luso, tan valiente como poco certero.

El comienzo del encuentro no hacía pensar, ni por asomo, en el severo marcador que reinaría al final del mismo. Entre un saque a 30 y otro facturado tras el deuce por parte de Rafa se vio el primero y a la postre único que se llevaría al zurrón Sousa, que había empezado directo y sin miedo, aunque asumiendo como es lógico e irremisible ante el de Manacor mucho riesgo.

Pero tras el primer descanso, Nadal ya empezó a pegar con ese martillo pilón que tiene por derecha. Logró su primer break y, a continuación, como si supiese de lo sencillo de la contienda y quisiese ponerse a prueba, superó un 0-40 con su saque para ponerse 4-1 arriba. No pararía ahí, pues conforme avanzaba el partido cogía más ritmo y agigantaba las diferencias entre él y un impotente Joao, que vio cómo se le escapaba en algo más de media hora el primer set por un claro 6-1, pese a haber tenido bolas de juego en hasta tres games.

Sousa se esforzó por hacer cambiar el guion en la segunda manga pero el hambre de tenis de Nadal, insaciable y voraz, lo pudo con todo. La manga final regaló puntos y juegos larguísimos, sin que ninguno diese con facilidad su brazo a torcer, pero siendo siempre Sousa quien lo hacía en los puntos importantes. Así, pese a ir avanzando salvando bola de break tras bola de break, de nada le sirvió defender con éxito hasta seis, pues pesaron más las tres que se adjudicó un Rafa intocable al saque una vez superados sus problemas de espalda, que con un parcial de once juegos consecutivos ganados pasaba a las semifinales.

En ellas espera Pablo Andújar, que dio la sorpresa de la jornada al derrotar a Tommy Robredo por un doble 6-1. En un partido trasladado a la pista 1 desde la central por los problemas con la iluminación, Tommy pagó caro su extrañamente pobre rendimiento con el primer saque en el set inicial -apenas puso en juego el 30%- y fue castigado por el conquense, mucho más fino desde el fondo.

En la reanudación el de Hostalric siguió más que desatinado y pronto se encontró break abajo tras ceder su primer juego al saque. Reaccionó a tiempo para dar la vuelta al marcador, pero fue incapaz de aprovechar sus oportunidades. Hasta cinco bolas de rotura dejó escapar el catalán, cuatro de ellas para nivelar el parcial, y tras ello volvió al recital de fallos del primer acto, para caer con una inusitada contundencia ante Andújar, que firma su mejor resultado de la temporada y se asegura sumar 160 puntos nuevos en su marcador para ponerse a las puertas del top30.

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Sobre el autor
Manuel F. Cartón
Diplomado en Ciencias Empresariales sobre el papel, pero periodista de vocación. Soy redactor de tenis y de la sección de fútbol del Real Sporting de Gijón.