Rafael Nadal ha sumado en Río de Janeiro su segundo título de la temporada. El número 1 mundial ha regresado a su amada tierra batida como casi siempre, victoria tras victoria. Su última víctima fue Alexandr Dolgopolov, quien no logró hacer valer su particular y anárquico estilo y terminó cayendo por 6-3 y 7-6(3).

Nadal, que ya en semifinales sufrió lo indecible ante Pablo Andújar teniendo que salvar dos bolas de partido en contra, estuvo hoy a un nivel muy pobre. Pese a ello, apenas se notó en el marcador porque el balear supo adaptarse a las circunstancias. Inteligente, se puso el traje de rey del birle para jugar desde las trincheras e ir engañando a Dolgopolov. El ucraniano, en cuyo diccionario no existe la palabra táctica, se dejó llevar ante lo que parecían ser continuas invitaciones al ataque de Rafa, que con este guion fue llevando el partido a su terreno.

Así, tras un inicio igualado en que Rafa fue salvándose gracias a lo preciso de su servicio -84% de puntos cosechados con primer saque-, llegó el esperado break. Fue en el sexto juego, el único en que el peculiar 'the Dog' bajó el nivel, y suficiente para que el primer set cayera de lado del español. Aun así, los números denotaban una realidad preocupante: Rafa apenas conectó un golpe ganador en todo el set, por los trece de Dolgo, que enterró con idéntico número de errores no forzados.

Nadal analizó bien la situación en el descanso, y tras el intermedio entre sets salió a la pista más valiente. Jugando más dentro, intentó romper lo antes posible el saque de Dolgopolov para coger ventaja, y lo logró antes del primer asueto. Parecía ya que el partido quedaba visto para sentencia, pero el reciente finalista del Open de Australia empezó a titubear. No aprovechó una ocasión de aumentar la diferencia a su favor y, a la hora de sacar para cerrar el set, cedió su servicio.

Vuelta a empezar con cinco iguales, momento en que Rafa volvió por sus fueros. Llegó a la muerte súbita y en ella dominó desde el principio. Cuatro de los cinco primeros puntos cayeron de su lado, lo que desniveló la contienda a su favor hasta que cerró el desempate por 7-3 para coronarse como el primer campeón del ATP 500 de Río de Janeiro.

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Sobre el autor
Manuel F. Cartón
Diplomado en Ciencias Empresariales sobre el papel, pero periodista de vocación. Soy redactor de tenis y de la sección de fútbol del Real Sporting de Gijón.