A la sombra de una generación ilusionante emerge la figura de Sara Sorribes Tormo. La española más precoz en conquistar un punto WTA continúa dando pasos sin presión. Mientras Garbiñe Muguruza, Tita Torró y Lara Arruabarrena se empiezan a mover por los torneos más prestigiosos, ella sigue sumando partidos y sorprendiendo a gran parte del público. Pese a su juventud (16 primaveras), su nombre cada vez suena con más fuerza.

Sara Sorribes es ante todo una luchadora. Ella y su familia recorren diariamente muchos quilómetros para que Sara pueda entrenarse en la Academia TenisVal, de la que la propia tenista española alaba el trato humano. Igual de duro para ella es compaginar los entrenos con el estudio. Y así, recorriendo quilómetros y llenando de tareas sus días, lleva desde que su madre la apuntó a dar clases en el club de su pueblo, en Val D´Uxo.

Estas cosas, a día de hoy, siguen existiendo en su vida. Pero muchas otras han cambiado con el paso de los años. Entre ellas la fama y el reconocimiento a su talento, que se ha acrecentado. Miles de personas han podido percatarse de la energía y la fuerza con la que Sara disputa cada partido. Antes de saltar a la pista, como muchos otros tenistas, Sara se distrae escuchando música.

Pero esta chica normal, de sacrificios (como siempre conlleva este deporte) avanza a pasos agigantados. Al hito ya mencionado de puntuar en el ranking con 14 años, hay que sumarle su aventura de este verano en Madrid. La victoria en el torneo sub-18 le permitió disputar la previa del Mutua Madrid Open, un torneo de obligada presencia para las grandes tenistas del circuito. Ahí batió a Nica Beck (puesto 59 en aquel momento), en su partido más especial hasta el momento. En la capital, ante un público entusiasmado que vio nacer a una prometedora tenista.

Sus logros no quedan ahí. También son de destacar los cuartos de final cosechados en Roland Garros (superficie preferida por la castellonense) y la final de dobles que alcanzó en el pasado US Open Junior. Sara sigue enganchando a la gente a cada golpe (destaca su gran volea) y haciendo sonar su nombre cada vez con más fuerza.

Ahora se encuentra disputando el ITF de Vall D´Uxó, que ya conquistó el pasado año cuando repartía 10.000 dólares. Esta temporada, el valor del evento ha crecido (25.000$), pero ella sigue a lo suyo: derribando barreras. La última, hoy ante una de las tenistas que la hace sombra: Lara Arruabarrena. La tolosarra, que tras una mononucleosis no ha vuelto al circuito en plenas facultades, ha acudido en busca de puntos y ritmo al torneo de Castellón. Allí, la local Sara Sorribes ha dado su último gran paso derrotándola. Cada vez la sombra es menor y la figura de Sara coge peso en el circuito.  

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Sobre el autor
Alberto Puente
Redactor en Tenis VAVEL. Pasé seis meses en MARCA. Colaboré en la revista mexicana TennisLife y en Industria del Tenis. Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.