Peligrosa salida la que le tocaba al Barcelona en esta jornada, al visitar el Sánchez Pizjuán, un estadio en el que siempre les ha tocado sufrir. Con la mente puesta en no dar más ventaja al Madrid en Liga y en dedicar el triunfo a Abidal salieron los de Guardiola al césped.

El partido comenzó bastante igualado, con un Sevilla presionando alto y con las líneas adelantadas, intentando no ceder terreno a los azulgranas, que buscaban las penetraciones por banda derecha con el exsevillista Alves.

El juego rápido e intenso por parte de ambos conjuntos hacía prever un encuentro igualado y disputado, algo que no se reflejó en el marcador al descanso, cuando los de Guardiola ya ganaban 0-2.

Fue Xavi el encargado de abrir la lata cuando apenas se pasaba del primer cuarto de hora de partido. Spahic cometió falta sobre Adriano al borde del área, que lanzó Xavi con un potente derechazo que voló por encima de la barrera y se coló por el primer palo de Palop.

El meta, a pesar de tocar el esférico, no pudo evitar el tanto en la que fue su tercera intervención del partido. Antes le habían puesto a prueba Adriano, con un tiro rebotado en un defensa sevillista que tuvo que despejar Palop, y Pedro, que tras un pase al hueco de Cesc se quedó en un mano a mano con el portero, que acabó salvando el que hubiese sido el 0-1.

Sublime Fàbregas

Precisamente el ‘4’ azulgrana dio un recital de pases durante la primera parte, buscando siempre los huecos entre la defensa local y los desmarques de sus compañeros, como el que le lanzó Iniesta, que pudo hacer el segundo.

A pesar de la intensa presión sevillista, el Barcelona iba llegando cada vez más al área contraria y con más peligro y, así, no tardó en llegar el segundo tanto, en el que también estuvo presente Fàbregas. El catalán recuperó desde el suelo y recogió el cuero Messi, que jugó con Iniesta. El de Fuentealbilla pasó de nuevo al argentino, quien, previo cañito, levantó el balón con la zurda para enviar el esférico al fondo de las mallas de Palop.

Apenas se había llegado a la media hora de partido y los de Míchel ya habían encajado dos goles. No solo eso era lo preocupante para el banquillo local sino que el ataque sevillista estaba desaparecido y, tal y como ocurrió en el partido de ida en el Camp Nou, parecía que iba a ser un encuentro para el meta del conjunto de Nervión, si bien en aquella ocasión fue Varas el que salvó los muebles.

Xavi pudo hacer su segundo tanto de la noche, con un chut desde la frontal que blocó el meta sevillista, mismo destino que tuvo el disparo de Pedro.

El Sevilla reacciona

No fue hasta los últimos compases de la primera mitad cuando los de Míchel se animaron en ataque. Un centro de Navas, que acabó en cabezazo de Manu al palo, fue la primera ocasión clara de los locales durante el partido.

La siguiente fue para Kanouté. Medel le puso un centro que el malí paró con el pecho para darse la vuelta y chutar un balón que salió por la línea de fondo. De nuevo trajo el peligro consigo al llegar a un balón que acabó despejando ‘in extremis’ Adriano, que obligó a Valdés a meter la mano para evitar el tanto en propia puerta.

Tras unos minutos de peligro sevillista, fue el Barcelona el que tuvo la ocasión de aumentar la ventaja en el marcador antes del descanso, con dos disparos de Iniesta y Fàbregas, ambos atajados por Palop.

Se igualan las fuerzas

La segunda mitad comenzó con más peligro por parte local, con un Sevilla que de nuevo quiso mantener la presión para evitar la conexión azulgrana, algo que logró durante los primeros minutos.

Volvió a aparecer Kanouté, colgando un balón para Manu al que Valdés se adelantó para despejar a córner. Por parte visitante, Mascherano, más que eficiente en defensa, también subió al ataque para poner un centro al que no llegó Messi. Así, poco a poco, el Barcelona fue recuperando el control y saliendo de su propio campo.

Mientras tanto, Míchel dio entrada a Trochowski y Perotti por Rakitic y Reyes. Sobre el verde del Pizjuán, el Sevilla era un quiero y no puedo. La presión de los primeros minutos fue disminuyendo, al igual que las ocasiones. Navas puso un centro al que no llegaron ni Manu ni Kanouté, y Perotti lo intentó desde fuera del área, con un disparo que atrapó Valdés.

La ocasión más clara de la segunda mitad la tendría Iniesta, tras un pase de Messi. El manchego esperó demasiado y falló un gol cantado que habría supuesto la sentencia del encuentro.

Aún seguía intentándolo el Sevilla, esta vez por mediación de Navas y Manu, que obligaron a la estirada de Valdés para evitar el 1-2. Más fallos de cara a portería, en este caso de Alexis, que no pudo aprovechar un mano a mano ante Palop.

No hubo tiempo para más y el Barcelona sumó así tres puntos más en un campo difícil, una valiosa victoria dedicada a Abidal y que sirve para dormir a siete puntos del líder, a la espera de lo que haga mañana el Madrid ante el Málaga. Mientras, el Sevilla suma su segunda derrota consecutiva y se queda en la décimo tercera plaza de la clasificación, muy lejos de sus expectativas.

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