El capitulo de desilusiones y penurias de la Real Sociedad en Copa era extenso. Numerosas eliminaciones contra equipos de otras categorías y tantas eliminaciones que los aficionados no recuerdan una alegría desde la final ganada en el 87. Pero nada como lo vivido en el Iberostar Estadi la noche del 9 de enero de 2012. Después de superar al Mallorca en el partido de ida por 2-0, con el estadio que no llegaba ni a media entrada y poniendo practicamente a todos los titulares no se puede permitir semejante esperpento. 

Realmente es dificil de explicar lo ocurrido en Palma. Nadie en su sano juicio podía pensar que algo así podía suceder y menos aún cuando la Real se puso por delante en el marcador y todo hacía indicar que la eliminatoria estaba vista para sentencia. ¿He dicho sentenciada? Perdón, esa palabra con la Real de por medio nunca puede ser pronunciada.

El caso es que el Mallorca había empezado muy bien el partido, llegando al área e intentando intimidar a los visitantes. Pina estuvo a punto de batir a Zubikarai pero el balón dio en el palo que sujetaba la red, el efecto óptico provocó que en la grada se celebrase como si hubiera sido gol. Pero en su primera aproximación a la portería de Calatayud, la Real marcó por medio de Ifrán, que remató de cabeza a la red un gran servicio de De la Bella desde la banda izquierda. 3-0 y eliminatoria sentenciada, eso es lo que debieron pensar los jugadores realistas, después de que Montanier repitiera hasta la saciedad que el objetivo de la visita a Palma era marcar. Se marcó y el equipo se fue a celebrar el pase a cuartos. Es la única explicación que le encuentro al ridículo.

A partir del gol de Ifrán la Real se encontró cómoda en el partido, ante un rival sabedor de que debía realizar una auténtica proeza para pasar de ronda, pero en eso llegamos al fatídico minuto 34. Minuto en el que el Chori Castro lanzó una falta directa a la escuadra sin que Zubikarai pudiera hacer nada. 1-1 y Palma empezaba a creer en la remontada, sólo quedaban tres. La Real sacó de centro y sin que nadie hubiera terminado de celebrar el primer gol llegó el segundo de los locales por medio de Hemed, que batió a Zubikarai desde lejos, pudiendo el portero txuriurdin hacer mucho más. Palma ya estaba convencida de la remontada.

Con el 2-1 la Real pudo dar el golpe de gracia a la eliminatoria cuando Prieto se plantó solo ante Calatayud. De manera incomprensible lanzó el balón timidamente a las manos del portero. Hubiera sido el 2-2 y un golpe mortal a la remontada balear, pero Prieto demostró que esta temporada ni está ni se le espera y erró la ocasión más clara de la eliminatoria. Es en esos momentos cuando la Real Sociedad echa en falta un auténtico líder que pegue cuatro gritos y reactive a todo el equipo. Ese líder no existe en la plantilla y mucho menos en el banquillo.

Cuatro minutos después de marcar el primer gol, Nunes se encargó de hacer el tercero a la salida de un córner ante la "oposición" de Mariga. El keniano llegó para marcar diferencias, cobra como una superestrella y es uno de los peores jugadores de la plantilla y cada vez que se pone la camiseta de la Real mancilla el escudo de la Real Sociedad. Bueno, él y muchos otros de los que han saltado hoy al terreno de juego. Con el tercer gol la remontada ya era un hecho en la isla y para confirmar la debacle realista ahí estaba Eñaut Zubikarai, que no olvidará su actuación mientras viva. ¿Recuerdan el gol de Tamudo al Atlético de Madrid en una final de Copa? En Mallorca se vio lo más parecido en años, cuando el portero de la Real dejó el balón muerto dentro de su área y Chori Castro llegó por detrás para arrebatárselo y clasificar al Mallorca para cuartos de final. Cuatro goles en siete minutos, lo nunca visto.

Pero si pensaban que eso fue todo están muy equivocados, todavía hubo más. Montanier no cambió nada en el descanso, esperando la reacción de sus jugadores, pero estos futbolistas no entienden de orgullo, ya que a los siete minutos de la reanudación el Mallorca hizo el quinto por medio de Alfaro. Los pocos aficionados que había en el Iberostar Estadi no se podían creer lo que veían y menos aún cuando Hemed marcó el sexto que sentenciaba definitivamente la eliminatoria. 

Los jugadores y técnicos de la Real Sociedad han escrito hoy la página más triste de la historia del club. Un descenso no es tan cruel como lo sucedido hoy en Palma de Mallorca. Alguien en el club debe dar un paso al frente porque el insulto de hoy a la afición no pueden quedar impune.

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