Dícese del perdón el regalo más bueno del mundo. Eso es precisamente lo que los jugadores sevillistas, tras la humillante goleada recibida en Getafe, buscaban de su grada ante el Levante. Se quedaron en el camino. Pese a la buena actitud mostrada, los de Míchel no pasaron del empate ante un rival directo como los levantinos en un partido donde sólo valía el triunfo.

Un partido que comenzó con una llamativa protesta de los aficionados sevillistas, que con motivo del retraso del horario del encuentro, lanzaron pelotas de tenis al terreno de juego, obligando al colegiado a detenerlo durante unos minutos. El sector más ultra de la afición sevillista mostró una pancarta que rezaba: “Paren el partido, Mou sigue hablando”, en referencia al motivo por el cual la LFP explicaba su decisión.

En lo meramente deportivo, pocas sorpesas en los onces iniciales, lo más reseñable por parte rojiblanca fue la incursión en el once de Cala en lugar de Coke, quien pagó los platos rotos de Getafe y se vio relegado al banquillo. Juan Ignacio Martínez, fiel al estilo que ha llevado a su equipo a ser el equipo revelación del año, alinearía todo lo disponible sobre el césped del Pizjuán. Los granotas demostraron por qué son un rival directo por Europa y por qué tienen más puntos que los sevillistas. Un equipo sólido, compacto y que encuentra en el arte del contragolpe su mejor baza para sumar. Un juego que pasa por las botas de José Javier Barkero, quien apoyado por las bandas, Valdo y Botelho, facilitan la tarea del gol a su única referencia en ataque, Arouna Koné, quien regresaba a la que fue su casa. 

La primera acción ofensiva del partido corrió a cargo del Sevilla, en una dejada de Negredo dentro del área a la que no pudo llegar Manu del Moral. El jiennense llegó tarde y chocó con el meta Munúa. Un minuto después lo intentaría el chileno Gary Medel con un disparo lejano que acabaría estrellándose en los guantes del guardameta uruguayo del Levante. Medel recibiría instantes más tarde una cartulina amarilla que le impedirá estar presente el próximo partido en el Santiago Bernabéu.

La intensidad da sus frutos

Pese a que ninguno de los dos conjuntos escatimó en intensidad, a medida que pasaba el tiempo el Sevilla iba creciéndose. En el 13, Cala tuvo una gran ocasión al rematar una falta lateral botada magníficamente por Piotr Trochowski. Su testarazo se marchó muy cerca del palo derecho del arquero granota.

En el 20, llegaría el primer tanto del partido. Una buena acción de Fernando Navarro por el costado izquierdo, que regatea y deja sentado a Javi Venta para servir un buen centro al que ni Manu ni Cabral llegan, pero al que sí lo hace Álvaro Negredo, que con su pierna zurda, y sin dejar caer el balón, bate a Munúa. El delantero vallecano sumaba su duodécimo tanto en liga y lo celebraba con su compañero Coke.

El tanto local conllevó una reacción inmediata por parte granota. Tan solo 7 minutos después, Koné devolvía las tablas al marcador tras finalizar una gran jugada iniciada por Valdo y continuada por Barkero, quien asistió al delantero marfileño para que, tras librarse del marcaje de Fazio, batiese de un latigazo a Javi Varas.

El gol visitante aturdió a los de Míchel, que no volvieron a poner cerco a la meta rival hasta el 36, en un disparo alto de Manu del Moral tras un gran desborde y posterior pase atrás de Antonio Luna. No obstante, el Levante de Juan Ignacio Martínez respondería acto seguido con un contragolpe de manual en el que participaron de forma activa, una vez más, Barkero y Koné. El disparo del africano tras recibir una gran asistencia de primeras del ex del Numancia se marchó alto.

La segunda mitad siguió un patrón bastante claro: el Sevilla ataca y el Levante espera e intenta sorprender con letales contragolpes. El juego de los andaluces pasó por Trochowski y sus aperturas a banda, allí donde Navas hacía sufrir a Pedro López, que hoy actuaba circunstancialmente en el lateral zurdo debido a la baja de Juanfrán. La salida de Reyes al terreno de juego aportó algo más de frescura a los locales, que gozaron de grandes ocasiones de gol, como la que tuvo Manu del Moral a pase de Navas, su disparo lo sacó en la misma línea Cabral, tras rozar anteriormente en Munúa. Poco después lo intentaría Trochowski desde la esquina del área, buscó el segundo palo pero su chut se marchó desviado.

Munúa salvó algo más que un punto deteniendo un penalti 

Los de JIM, acostumbrados a este tipo de circunstancias y bien armados en defensa, gozaron de ocasiones como la que tuvo Arouna Koné en un mano a mano ante Varas. En esta ocasión, el meta de Pino Montano salvó a los suyos. Minutos más tarde sería Barkero quien diese un nuevo susto a los aficionados sevillistas con un gran disparo desde la frontal del área a pase de Farinós. También se marchó desviado.

Cuando las piernas en ambos equipos parecían flaquear, a falta de 5 minutos para el 90, el colegiado Velasco Carballo vio una infracción de Javi Venta dentro del área sobre Reyes y señaló la pena máxima. La ejecución la llevó a cabo Álvaro Negredo, que buscaba su decimotercer gol en liga, pero se encontró con Munúa, que adivinó las intenciones del vallecano y se convirtió en el gran héroe de su equipo salvando algo más que un punto, ya que de esta forma los granotas mantienen la ventaja de tres puntos sobre un rival directo por Europa como es el Sevilla, además de ganarle el 'goal average' particular.

El choque concluyó con una pitada por parte de la afición nervionense hacia los suyos. Ya durante la segunda mitad, Coke recibió al salir al césped silbidos por un sector de la grada tras su mala actuación en Getafe.  

Europa se aleja

Por su parte, los de Míchel no solo ven cómo sus escasas opciones de Champions caen fulminadas, también perciben cómo se les complica su plaza de Europa League. Los rivales puntúan, el tiempo escasea y la próxima jornada tendrán que lidiar con el todopoderoso Real Madrid en su feudo, en un partido donde Medel y Manu del Moral, por sanción, y Escudé, por lesión, se suman a la lista de bajas. 

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