La última vez que México venció a Chile fue un 2-0 en los cuartos de final de la Copa América 2001 en Colombia, lo que significa que La Roja tiene un invicto de casi 14 años ante el combinado azteca.

En aquella ocasión, México dominó el partido sin contrapeso y venció gracias a goles de Jesús Arellano y Daniel Osorno.

Vale decir que los momentos de ambos equipos, de cara a ese duelo, eran bastante dispares. Mientras México estaba absolutamente consolidado como uno de los elencos más fuertes de la CONCACAF y tenía una liga que crecía año tras año, Chile estaba sumido en una gran crisis tanto dentro como fuera de la cancha. Incluso, el conjunto austral terminaría las Eliminatorias camino a Corea-Japón 2002 como el peor equipo de Sudamérica.

Las cosas han cambiado drásticamente, sobre todo para Chile. Mientras México continúa siendo un elenco dominante en la zona norteamericana, ya no gozan de la absoluta superioridad que ostentaban la década pasada en parte gracias al crecimiento ostentado por elencos como Costa Rica, Estados Unidos e incluso países como Panamá y Honduras que cada vez les hacen las cosas más complicadas a los aztecas.

Chile, por otro lado, experimentó un renacimiento de la mano de Marcelo Bielsa que se ha intensificado de la mano de Jorge Sampaoli. Con jugadores como Claudio Bravo, Alexis Sánchez y Arturo Vidal como estandartes, el combinado rojo ha logrado clasificar a los últimos dos Mundiales – siendo eliminado por Brasil en ambas ocasiones – y llegó a los cuartos de final en Argentina 2011 pero fue eliminada por Venezuela.

Los dirigidos de Miguel Herrera llegan con un equipo alternativo a esta Copa América y en el partido ante Bolivia se hizo evidente que este equipo necesita mucho trabajo. Chile, por otro lado, viene con un equipo totalmente consolidado y con muchos jugadores en un gran momento tanto personal como colectivo.

Desde aquel partido del año 2001, Chile y México se han visto las caras en dos ocasiones por Copa América con un empate 0-0 el 2007 y un triunfo chileno por 2-1 en el 2011. Si se da la lógica, no debería ser extraño ver a los dirigidos por Sampaoli sosteniendo el invicto por, al menos, otro partido más.