Luego de clasificarse al hexagonal final del Sudamericano Sub-20, 'Pisci' Restrepo tomó la determinación de realizar cambios en su nómina títular. Por ello, con referencia al partido ante Venezuela, Colombia presentó once variantes en su alineación inicialista.

El dibujo táctico en la pizarra era 4-2-3-1: con una línea de cuatro defensores, un doble pivot armado por Tello y Díaz, el trio de Barrera-Zapata-Joao y como punta de lanza, Manotas. ​

Brasil tuvo un dominio plausible del partido, desde el inicio. Subía sus líneas hasta el tercer cuarto de su campo, con la idea de presionar la salida de los jugadores colombianos. Por ello, en la primera mitad, la 'canarinha' mantuvo el balón y obligó a romperse en el mediocampo a la 'tricolor'. A las espaldas de Tello y Díaz, aparecía Mamute o Thalles, con la obligación de recibir y descolgar a un defensa colombiano, para provocar el espacio. Así, Brasil pudo mantener profundidad en el ataque y obligar a retroceder al combinado 'cafetero'.

Los brasileños marcaron la diferencia tras un tiro de esquina que fue defendido mal por la defensa colombiana. En la salida, Castrillón buscó controlar la pelota pero el rebote le quedó a Thalles que solo se perfiló y mandó la 'número 5' al fondo de la red. La primera diana del partido caía, al igual que el primer tiempo.

Restrepo sabía que el marcador podía igualarse y superarse. Por ello, sus dirigidos entendieron que las defensa rival posaba en línea y que los pases en cortada, serían causantes de una hemorragía incontrolable. Por ello, en la segunda mitad, Colombia logró romper con la presión de Brasil, encontrando entrelíneas a Barrera y Zapata, dos zurdos menudos y con un pie fino para enmarcar los mejores pases en cortada.

Colombia logró el gol como debía. El pase magistral entre los central de Zapata para habilitar a Manotas que corrió en diagonal, fue la mejor pincelada de fútbol de este equipo ante Brasil. La misma que deparó el empate parcial del encuentro.

Sin embargo, las tuercas en el banco de Brasil estaban listas. Su técnico hizo tres cambios y acomodó a su equipo. Mientras, Colombia no le encontraba vuelta a la variantes rivales que le entregaron, de regreso, el dominio del juego.

Faltando quince para terminar el compromiso, Brasil anotó el segundo gol. El error en salida de Tello, que había perdido varias pelotas, provocó que se generara la oportunidad para anotar. Un reves para la 'tricolor'.

'Pisci' intentó sacar un hombre del medicampo y darle volumen a su ataque. Cambio táctico: 4-3-3. Jarlan Barrera salió y su relevo lo tomó Lucumí. La idea: dos volantes fijos en la medular y el enlace entre defensa y ataque era Zapata. Además, la rapidez por las bandas ayudaría al desborde constante.

La idea se quedo en la imaginación. Brasil continuó presionado alto y constante. Colombia acabó dependiendo de una corrida de Joao Rodríguez por las bandas o de un balón que lograr romper la defensa 'verdeamarella'.

Al final, Colombia cayó ante Brasil, por 2-1. Con variantes, Restrepo perdió el examen y ahora, debe preparar a sus dirigidos para afrontar el primer partido del hexagonal final, ante Paraguay, por el Sudamericano Sub-20. Desde entonces, la ilusión de repetir título empieza a iluminarse.